Entre el domingo y este martes el puertorriqueño Roberto Vargas se paseó por San Carlos en busca de fragmentos del meteorito sancarleño que cayó el pasado 23 de abril y compró al menos diez piezas en no menos de 5 millones de colones.
Don Roberto no andaba de paseo y se topó con la situación, no fue que tenía vacaciones programadas para esos días en Tiquicia, no, se dio cuenta en los noticieros de Estados Unidos del fenómeno que vivimos los ticos y agarró un avión desde Estados Unidos y durante las horas de viaje se frotó la manos con la ilusión de poder comprar piedritas extraterrestres.
Venía forrado de dinero y traía su propio equipo para pesar los fragmentos porque no es la primera vez que lo hace.
No perdió ni un segundo, se fue directo a La Cocaleca, en Santa Rita de La Palmera de San Carlos y comenzó a decir que compraba lo que le pusieran al frente.
Fue así como se le acercó una señora, quien prefirió no dar su nombre ni que le tomaran fotos.
“Desde que cayó el meteorito salimos todos los días a buscar en los potreros y en las orillas de las calles. Todos los días llegan compradores nuevos. Norteamericanos, rusos y puertorriqueños han venido a buscarnos para comprarnos... y están pagando muy bien”, explicó esta vecina de La Cocaleca.
Ella misma, aseguró que un gringo que se fue el lunes, confirmó que volvería entre jueves y viernes próximos con buena plata para comprar los pedazos más grandes, por los que ya han ofrecido hasta 15 millones de colones.
Hay fiebre del meteorito en San Carlos porque algunos hasta están pagando el gramo al mismo precio del gramo de oro: casi 20 mil colones. Fue así como don Roberto negoció con un vecino de San Carlos, quien tenía tres piedritas espaciales que se encontró buscando y buscando sin parar.
“Estas dos piedras están mojadas (porque desde la madrugada del pasado martes comenzó a llover en la zona) y por eso no puedo pagarle lo mismo que por esta que está seca, le pago más por la seca", le dijo Vargas a un sancarleño dueño de pedazos de meteorito.
El puertorriqueño no pagó muy bien que digamos, al menos no como los gringos y rusos.
En las negociaciones que vimos pagó por dos piedritas mojadas 8 dólares el gramo y por la seca, 10 dólares el gramo. Las dos mojadas pesaron 28 gramos y la seca 11, el tipo de cambio del dolar lo arreglaron en 600 colones y al final, en menos de un minuto, el sancarleño se ganó doscientos mil colones por sus tres piedritas caídas del espacio.
“Soy coleccionista, me interesan los meteoritos desde chiquito, tengo de África, tengo de todos lados”, explicó don Roberto quien se fue muy contento de Costa Rica con al menos diez piezas compradas.