Max es un zaguatico de unos tres años que a su corta edad ha atravesado una ruda experiencia de vida.

Este tierno perrito fue rescatado el pasado 21 de octubre de una casa de habitación en Acosta por representantes de la Fundación Tierra de Animales.

La presidenta de la la fundación, Marlene Morales, nos explicó que les enviaron fotos de cómo se encontraba este peludito y la ubicación por lo que coordinaron todo para ir a rescatarlo.

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“Fredy, el muchacho que nos colabora con el transporte, fue, tocó la puerta, pidió el perro y se lo entregaron. La señora no quería entregarlo en un principio porque dijo que el perro le cuidaba la casa y que por favor le devolvieran el perro cuando este estuviera bien”, contó doña Marlene.

Max ingresó a la veterinaria ese mismo día con serios problemas de salud, por lo que se le practicaron exámenes de sangre para saber con exactitud, cuál tratamiento aplicarle.

“El sábado corrimos para hacerle transfusión sanguínea, ese día en la tarde no quería comer y ya el domingo sí lo hizo y la semana pasada ha sido exitosa para él”, contó con satisfacción la presidenta de la fundación.

Max es un perrito joven, pero según el análisis de su comportamiento toda la vida estuvo amarrado, por lo que no sabe lo que es ser un animalito correlón y juguetón como otras mascotas.

Tristeza en su mirada

Llegó a la veterinaria San Francisco de Asís en Heredia con una desnutrición severa, hongos en la piel, deshidratación, sin músculos, casi sin sangre, tenía la hemoglobina en dos (lo normal es 12), plaquetas alteradas por la infección, una tristeza en su mirada y la postura corporal que tenía también lo reflejaba.

“Era un perro con el alma rota, deprimido. Estaba increíblemente sucio. Se le han dado muchísimas bolsas de suero para hidratarlo, mucho antibiótico, suplementos alimenticios, vitaminas y lo que ha comido ha sido caldos de pollo, de carne y arroz pero concentrado aún no, para que sus órganos vuelvan a trabajar”, explicó Morales.

La condición de Max es tan delicada que deberán pasar entre dos o tres meses para que se recupere, podría tener incluso recaídas.

Tierra de animales

La fundación existe desde hace diez años y se dedica a rescatar perros de la calle o en estado de vulnerabilidad o de dueños que no han sabido cuidarlos.

Desde que iniciaron su trabajo atienden entre 40 y 60 perros, eso pese a no tener refugio donde poder cuidarlos y que corren libremente, sino que cuentan con colaboradores que les brindan casa cuna a los animalitos, mientras los colocan en un hogar permanente.

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Por lo que andan en busca de alguien que los ayude con el patrocinio para tener su propio refugio donde puedan albergar los animales.

Para ayudarse con los gastos de Max y los otros peluditos, Tierra de Animales está haciendo una rifa de una bicicleta X Race One, número 29, en aluminio y con freno de disco y el segundo premio es pastel de chocofresas.

El valor del número es de ¢6.000 y se jugará el próximo jueves 3 de noviembre 2022 con los Nuevos Tiempos nocturnos de la JPS. Para pedir un número les escribe por medio de un mensajito privado a la página Fundación Tierra de Animales y les envía el comprobante de pago.

Pero más allá de eso, doña Marlene quiere crear consciencia en la población sobre el maltrato animal y la tenencia responsable de animales.

“Uno no está en la obligación de tener un perro o un gato, si uno va a asumir la obligación de tener uno es porque puede económicamente, porque tiene el espacio, el tiempo y la educación de tener una mascota. Y tener un animal en esas condiciones es mejor no tenerlo”, recalcó la presidenta de Tierra de Animales.

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La Fundación está trabajando en el proceso de la denuncia por maltrato animal contra la propietaria que lo dejó llegar a esas condiciones.

¿Cómo ayudar?

Ya sea para pagar los números o hacer un donativo puede hacer un SINPE a los números 8893-2323 o al 8701-4694 a nombre de la Fundación Tierra de Animales. O transferencia a las cuentas IBAN CR23015104520010209736, CR51015202001127594306 o la CR08010200009186773378

¿A qué se exponen?

Los dueños de animales domésticos que no garanticen las condiciones de limpieza básicas para los animales se exponen a una multa de entre uno y dos salarios base. Es decir, de ¢462.000 a ¢924.000. Esas multas se deberán pagar como máximo hasta 30 días después de su firmeza.