Vecina de Valladolid: “Vivir aquí es una zozobra, cuando llueve uno se asusta mucho”

Yenny Duarte es una de las vecinas que aún vive preocupada por el enorme deslizamiento que afecta la urbanización Valladolid, en San Miguel de Desamparados, y que obligó a 27 familias a abandonar sus hogares.

“Mi casa esta en zona naranja y la verdad es que vivir aquí es una zozobra porque cuando llueve uno se asusta mucho, si llueve de noche uno no duerme pensando en que el deslizamiento puede ceder”, contó.

Duarte contó que su casita está a escasos diez metros de donde inicia el deslizamiento, por lo que también vive con la incertidumbre de si la van a dejar quedarse en su casa o si la van a desalojar por los trabajos para estabilizar el terreno.

Cientos de personas de distintos puntos del país viven una situación similar a la de Yenny, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) existen 119 deslizamientos activos.

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La mayoría de estos deslizamientos se encuentran en zonas urbanas dentro de la Gran Área Metropolitana; sin embargo, otra parte de ellos se ubican en lugares como Turrialba, Pérez Zeledón, Tilarán, Quepos, zona de Los Santos, Golfito, Corredores, Coto Brus, entre otros.

Debido al inicio de la época lluviosa las autoridades han aumentado la vigilancia de estos deslizamientos, principalmente por medio de los comités municipales de emergencias.

Lidier Esquivel, geólogo de la CNE, explicó que las vigilancias las realizan por medio de monitoreos constantes y visitas de campo, en las que también participan vecinos de la zona.

Un ejemplo de esto es doña Roxana Gamboa, quien desde hace 45 años vive en Tarbaca de Aserrí y realiza monitoreos al deslizamiento del Burío. Ella coloca banderas en el terreno para ir midiendo el avance del deslizamiento, también hace una revisión mensual del lugar.

Uno de los inconvenientes que comentó doña Roxana, es que el agua de lluvia provoca mayor erosión, por lo que los vecinos han propuesto sembrar en el terreno para que las raíces amarren la tierra.