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De niño aventurero que conquistaba árboles en Golfito a líder estratega de Coopenae

Don José Eduardo Alvarado Campos ha sido durante cuarenta años consecutivos el gerente general de esta institución y, ahora se prepara para su jubilación. Su historia de vida es un ejemplo que merece ser contada.

Presentado por:

Coopenae

Creció en un escenario ideal para desarrollar el espíritu explorador en un niño de la época. Su campo de juego tenía la montaña y todos sus árboles a un lado, y las aguas tranquilas del mar de Golfito al otro lado, todo lo que un niño aventurero necesita para hacer volar su imaginación.

Recuerdo la emoción de ver un árbol, pensar la forma de subir hasta lo más alto, medir las ramas para saber cuál me podía soportar, avanzar con cuidado y poco a poco hasta llegar a lo que para mí era conquistar su copa, sentir la satisfacción de llegar a mi objetivo. Ahora, veo que ese ejercicio de analizar la forma de llegar a la parte más alta de un árbol me estaba preparando para conquistar otros retos.

—  José Eduardo Alvarado, Gerente General Coopenae.

Su curiosidad también lo llevó a las aulas antes de lo esperado. Entró a la escuela luego de que la maestra le abriera la puerta al niño que cada día llegaba a escuchar la lección del otro lado de la ventana y aprendía por entusiasmo, sin matrícula, ni edad, ni uniforme, pero con un deseo por conocer cosas nuevas que era más fuerte que cualquier obstáculo.

Su espíritu aventurero y con deseos de superación surge en gran medida como resultado de la buena herencia que recibió de sus padres. Don Rafael, su padre, invirtió sus ahorros para construir una casa en Desamparados para que sus hijos tuvieran mejores oportunidades, mientras él continuó trabajando en Golfito para financiar este anhelo, doña Marina, su madre, se las ingenió en un lugar nuevo, lejos de su esposo, a cargo de cuatro hijos.

(Jose Cordero)

José Eduardo retribuyó el sacrificio de sus padres con disciplina, esfuerzo y perseverancia. Su juventud transcurrió en Desamparados, jugando fútbol, siendo líder en el cole, destacando siempre por su visión de conquistar retos.

A los 26 años ya se había graduado de banca y estaba sin saberlo frente a la posibilidad de iniciar la conquista de “la copa del árbol” más importante de su carrera laboral.

“En ese entonces era un joven recién graduado… un grupo de educadores se me acercó y me pidió ayuda para enmendar la situación angustiante de una cooperativa que estaba al borde de la quiebra”, comentó José Eduardo.

En ese momento su único aliciente era aprovechar la posibilidad de construir una empresa de servicios financieros. Con la ventaja que en una cooperativa podía poner en práctica los valores de sensibilidad humana,responsabilidad, perseverancia y disciplina forjados en casa desde pequeño.

Con la confianza puesta en Dios, vio ese manojo de llaves que pusieron en sus manos con optimismo. A través de este reto tendría la oportunidad de rendir tributo de gratitud a sus padres por su amor y entrega incondicional.

Rostros Coopenae

Una carrera cargada de éxitos

Han pasado ya 40 años desde aquel día que asumió el reto como gerente de Coopenae y, su estilo de liderazgo estratégico y carisma humano se han convertido en su sello de éxito. El resultado de su gestión es envidiable, el modelo de Coopenae es ejemplo financiero en el país y en Latinoamérica. Siempre apegado a su legado estratégico “Nada está terminado, todo está por hacer”… su gran lema.

Su visión empresarial la ha enfocado en dos pilares de éxito: personas y tecnología.

“Coopenae se debe a las personas: personas a quienes servimos y personas que hacemos posible ese servicio. La tecnología es solo la gran herramienta que nos ha permitido avanzar y estar disponibles en cualquier momento y lugar. En ese camino, la tarea la hemos logrado entre todos”.

Como parte de su legado, a nivel de cultura interna ha impulsado los valores del trabajo en equipo, la liberación del talento, el espíritu y pasión de servicio, la curiosidad intelectual, la perseverancia y la capacidad para reinventarse bajo cualquier circunstancia adversa. Su visión de negocio y su énfasis en el bienestar de las personas está inyectado en el ADN de Coopenae y es el legado de José Eduardo para que Coopenae continúe en el camino de la innovación, para seguir soñando y conquistando retos.

Es así como el niño que creció en el paradisíaco escenario golfiteño, y luego se convirtió en el líder juvenil en Desamparados llegó a ser durante 40 años la cabeza de Coopenae ahora se prepara para una nueva etapa de jubilación porque como él mismo dice, “Nada está terminado, todo está por hacer”.

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