Alajuelense dejó el alma en el terreno de juego, dio un giro a su rendimiento y lució mejor que como venía con el técnico anterior, pero apenas pudo empatar a un gol con el New England Revolution en el juego de vuelta de los octavos de final de la Copa de Campeones.
El global quedó 5 a 1, con cuatro puntos ganados por los estadounidenses y solo uno por los manudos, que ni siquiera pudieron ganar el juego en el debut de Alexandre Guimaraes.
Pese a la eliminación, fue una presentación en la que el rendimiento de los leones tuvo un cambio hacia la mejora y el público lo agradeció con aplausos al final del cotejo. El León corrió, metió pierna, no dio una bola por perdida y el rendimiento, conforme pasen los partidos con Guima, podría ir a la alza.
Ese gol de Carlos Mora a los tres minutos prendió toda la ilusión de los rojinegros, Alajuelense requería goles y uno tan tempranero era el escenario ideal.
La gente además estaba bien metida con los muchachos y el equipo se refrescó con algunos cambios de Guima, como Kevin Cabezas, quien le dio más dinamismo al medio campo de los rojinegros, muy lento y pasivo, según palabras del entrenador de Guanacasteca, Horacio Esquivel, días atrás.
El muchacho es un buen pasador, colaboró en la marca y levantó la mano. Peleará por un campo en la titular, con Edwar Cedeño, Michael Barrantes y el mismo Celso Borges.
El equipo utilizó una defensa con cuatro hombres atrás, dos contenciones, Cabezas y Borges, tres volantes de llegada como Carlos Mora, Diego Campos y Joel Campbell y le dejó el ataque a Johan Venegas, una apuesta diferente y ofensiva.
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Las sensaciones en los primeros minutos eran de que iba a arrollar.
La Liga salió con todo, presionaba al rival en cada centímetro del terreno de juego y se le vio una disposición diferente, no decimos que actitud, porque vimos a jugadores esforzados con el anterior técnico, pero sí de creérsela, convencidos de que pueden, que son buenos jugadores, que son la Liga, un equipo gigante en Centroamérica.
El gol de Mora llegó luego de un centro de Joel Campbell a Lawrence, este devolvió al centro del área con un cabezazo. Allí la tomó Celson Borges, quien remató con todo de media vuelta y a boca de jarro, pero el buen portero Heinrich Ravas tapó el remate del capitán.
Sin embargo, Mora estaba muy atento para meter el pie y empujar la bola al fondo de la red. Era apenas el minuto 3.
La Liga siguió intentando todo el partido, generó opciones, remató a marco, pegó una bola en el palo, le quemó las manos a Ravas, pero el marco no se le abrió más.
Las ocasiones se fueron presentando, pero el New England se defendía con dientes apretados, con el guardameta, con los defensas, con el tiempo y conforme pasaron los minutos, el cansancio castigó a la Liga.
La factura llegó al minuto 80. Una bola le llegó a Giacomo Vrioni y el albanés soportó la marca de James, se metió al área y sacó un remate furibundo, al que Leo Moreira le metió la mano, pero la pecosa igual ingresó casi al ángulo.
Fue un gol que cayó como balde de agua fría a la poca esperanza que a esa altura del partido había, a falta de diez minutos y con tres goles que quitarse de encima. Era el gol del adiós.
Eso sí, los dirigidos por Alexandre Guimaraes intentaron ganar el partido, esa fue la indicación del técnico y buscaron otra alternativa, pero ya no había para más. El tiempo dictó sentencia, el New England empató el partido, le ganó la serie a la Liga, sacando la ventaja en Boston, cuando la Liga no supo defenderse y le apagó la sonrisa a los aficionados.
Sin embargo, la imagen del equipo, la aparición de Cabezas, el nivel que mostró Celso, el aparente regreso de Mora, de Venegas y del mismo Jonathan Moya, quien ingresó de cambio, devuelven algo de esa ilusión a los liguistas.
Alajuelense dejó ir la opción de los cuartos ante un rival flojo, pero, sin duda, tendrá otra versión en el campeonato, luchará con todo por ese título, solo hay que esperar cómo termina la historia Guima - León manudo.