Álvaro Sánchez, de 1.68 metros de estatura, es el segundo jugador más pequeño de Grecia, pero él fue el que ideó el plan para que su equipo pudiera detener los ataques aéreos de Kendall Waston.
Los griegos vencieron 2-1 a Saprissa en la Cueva este domingo y gran parte del mérito se lo deben los de occidente al experimentado volante quien logró, a pura maña, contrarrestar el 1.96 de estatura de la Torre morada.
“Le pedí (a Álvaro) que no lo dejara correr (a Kendall), que eso fue muy importante, que no lo dejáramos correr porque él ya es grande y con el mínimo que salte ya es complicado, por eso la intención era incomodarlo. Yo lo viví en carne propia, (a los jugadores altos) no hay que darles el chance de que puedan correr, hay que tocarlos antes y así le matas el tiempo”, le contó el Tuma a La Teja este lunes vía telefónica.
La Teja también conversó por teléfono con Álvaro, este lunes, para que nos contara más detalles de la estrategia que algunos de sus compañeros llamaron David y Goliat.
-Usted es el segundo jugador más pequeño del equipo, ¿por qué lo eligieron a usted para marcar al jugador más alto del país?
Es pura estrategia, durante la semana conversamos con el profe, sabíamos de lo que nos íbamos a enfrentar con (Kendall) Waston. Es difícil, por ahí durante la semana le comenté que en mi paso por la Liga habíamos hecho un marcaje parecido, entonces se me vino a la mente. Durante el partido empecé a hacerlo así, también lo marcaba (José Gabriel) Vargas, pero yo me pegaba más a él para que no corriera con más facilidad.
-O sea, ¿los mandaron a ustedes dos a dobletearlo?
Éramos los dos, Vargas y yo. Yo tenía que irme al cuerpo para que no corriera, para que la bola no le llegara tan fácil y Vargas era la marca de él. Yo traté de ayudarle porque Waston es muy potente en la parte de arriba, por lo que había que hacerle esa combinación.
-Entonces usted fue el que le dio la idea al Tuma...
Yo se la comenté al profe, porque él no estaba aquí (en el país, cuando Álvaro jugaba para la Liga y Kendall para Saprissa) y me dijo que lo viéramos durante el partido. En la primera jugada, a Saprissa le anulan un gol donde él (Kendall) la cabecea fácil, por lo que después de ahí decidí pegármele en la marca.
-¿Eso quiere decir que esa estrategia usted la aprendió de Óscar Ramírez?
Exacto, fue con Óscar Ramírez con el que la intentamos en la Liga. Tratábamos de estorbarle (a Kendall) para que el portero también intentara ganar arriba.
-¿Vio a algún otro técnico marcar a jugadores altos así?
En realidad Waston tampoco estuvo mucho aquí (en el país), por lo que en su momento yo solo lo vi con Óscar en la Liga y por eso se me vino a la mente esa táctica.
-El Tuma fue un defensa no muy alto que siempre se vio bien en el juego aéreo, ¿qué consejos le dio él?
Durante la semana me dijo eso, que allá (en Italia) los delanteros eran muy grandes, pero que él iba con todo, siempre fue aguerrido, él me dijo, “hay que darle duro”.
-Asumo que también lo puso a usted a hacer esa labor por la maña que tiene...
Sí, creo que por la experiencia y por la maña que uno ha tenido durante el recorrido que ya lleva en el fútbol. Yo no me caracterizo por marcar, pero tengo mucha más experiencia que algunos defensas jóvenes para leer jugadas y para marcar.
-¿Por qué le ponía la cabeza a Kendall en el pecho?
Porque tal vez si lo marcaba de pie, sin hacer ese movimiento, iba a ser más fácil para él desplazarme a mí. Yo me le meto como entre las costillas, porque cuando él arranca es más difícil para él, yo me llevo los golpes, pero uno tiene un poco más de fuerza así inclinado.
-Ahora que ya lo enfrentó y le ganó el pulso, ¿qué tan difícil es marcar a Kendall Waston?
Gracias a Dios ayer (domingo) salió bien para nosotros, pero sí es increíble, con él es prácticamente llevar las de perder por la estatura, casi que no lo bajás si no es con faltas, fue muy difícil.
-¿Kendall le dijo algo durante esas marcas?
Yo lo conozco, como colegas tenemos amistad, me vacilaba de que no me le metiera entre las costillas, era más (Henry) Bejarano (el árbitro) el que me decía: “cuidado con la cabeza, cuidado con el agarre”.
-¿Usted le decía cosas, para distraerlo?
No tanto, solo al principio que nos saludamos, pero él y yo igual nos respetamos como futbolistas.
-Casi que ya le enseñó al resto de equipos cómo contrarrestar a Kendall...
Si es así, sería bonito, me sentiría orgulloso, porque marcarlo es difícil, no voy a echarme flores porque esto es de todo el equipo, de Vargas que hacía el dobleteo conmigo, es un equipo y ganamos todos.
-¿Lo vacilaron por la diferencia de alturas?
Claro, después del partido me mandaron imágenes, se veía vacilón, pero sí, los compañeros de equipo me dieron que parecíamos David y Goliat.