Joseph Potoy no ha dejado vencerse por las dificultades que le ha traído el coronavirus a su rutina de entrenamientos y para no perder su condición física se entrena en la acera de su casa en Los Guido de Desamparados, pese a los riesgos que corre.
Para Joseph, quien tiene 20 años y seis de dedicarse al deporte de los mecos, detenerse no es una alternativa pues tiene como objetivo clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio (23 de julio al 8 de agosto del 2021) y sabe que para conseguirlo, además de los golpes, necesitará mucha disciplina y compromiso.
Es por eso que Potoy, que compite en la categoría de los 57 kilos, adaptó hace dos semanas un espacio de entrenamiento en la acera de su casa para estar puras tejas físicamente y capearse los guamazos que le ha tirado la adversidad.
La bronca para el joven boxeador es que en su casa vive junto a siete personas (hermanos y sobrinos) por lo que no tiene espacio para prepararse.
“Yo vivo en una alameda, por lo que en la acera hago un trabajo especial para no perder la parte física. Los trabajos que estoy haciendo requieren de espacio y es complicado hacerlos en mi casa”, añadió.
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Joseph asegura que no es lo mismo entrenarse en una acera que en un gimnasio, pero no desea bajar la guardia pues la vida podría noquear sus sueños si tirara la toalla.
“En este momento no estoy corriendo, pero salto la cuerda que es lo más parecido. También estoy haciendo un trabajo de pesas para no perder peso y mantenerme bien”, expresó.
El joven admite que se esfuerza más de lo normal en cada entrenamiento, así que cualquier similitud con el famoso Rocky Balboa es mera coincidencia.
“Es completamente diferente porque no tengo todos los implementos para entrenar adecuadamente, hago lo que se puede y tengo unas pesas pero no todas las necesarias. Con el tema del boxeo no tengo cómo hacerlo ni con quién, tampoco tengo un saco para practicar, pero no me quejo, aquí estoy demostrando que sí se puede”, agregó.
Para mantenerse, Joseph entrena dos horas diarias, de 4 p. m. a 6 p. m. y con un ritmo intenso.
“Es un entrenamiento exigente que me enviaron Marco Sánchez que es el preparador físico y Ernesto Aroche que es mi entrenador de boxeo. Entreno de lunes a sábado, mi día de descanso es el domingo”, detalló.
Vecinos lo apoyan
El pugilista sabe que mientras entrena invade un espacio público, pero cada vez que alguien pasa se levanta para no incomodar. Además, después de cada entreno limpia muy todo lo que utilizó y sigue el protocolo adecuado para evitar que el COVID-19 haga de las suyas.
“Los vecinos se han portado muy bien conmigo, más bien me dicen que siga entrenando, que no me quite, entonces sigo dándole. Aquí donde vivo es una alameda sin salida entonces no tengo problemas con los carros”, agregó.
“Como casi todos están encerrados más bien se quedan viendo cómo es que entreno, seguro así también se distraen”, continuó.
Precisamente el encierro y el aburrimiento han provocado que algunos de estos vecinos se apunten con Joseph a entrenar.
“Ya unos me dijeron que querían entrenar conmigo y vinieron un amigo y un primo, pero no aguantaron el ritmo (risas) porque la verdad sí es un poco intenso. Esos entrenamientos los hicimos a cierta distancia entre nosotros para acatar las recomendaciones del ministerio de Salud”, destacó.
Para él, su familia ha sido muy importante durante estas dos semanas, especialmente su hermana, María Eliza Potoy, quien constantemente le recuerda que debe hidratarse y descansar.
“Ella es una especie de entrenadora, me pasa recordando cosas que se me olvidan por estar tan enfocado en el entrenamiento, también me ayuda con la preparación de los alimentos y con el plan que me envió la nutricionista Catalina Fernández”, comentó el boxeador.
Oportunidad para clasificar
Este año el boxeador nacional tenía programado buscar su pase a las Olimpiadas en un torneo que se iba a desarrollar en Argentina en mayo, pero fue suspendido debido a la pandemia del coronavirus. En este torneo cinco boxeadores tenían la oportunidad de ganar su boleto a Tokio.
“Todo esto me da más tiempo para prepararme porque ese torneo es bastante duro, ahí participan boxeadores de todo el continente”, agregó.
Pese a ser un reto difícil, el costarricense tiene la fe de clasificar a los Juegos Olímpicos para pelear por una medalla y dejar el nombre del país muy en alto.