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"Estoy corriendo con Henry Vega", esa frase estará cerca del pecho de don Luis Navarro, quien participará este domingo en la Clásica San Silvestre.
Este vecino de Tibás era amigo del abogado abogado penalista desde hace 40 años y llevaban rato entrenando para correr en la competencia que se realiza en distintos países, incluido Costa Rica, para finalizar el año.
Navarro es también el padrino de Daniel, uno de los hijos del abogado penalista.
A Vega los planes se los cambió la muerte, esa que nos visitará a todos en algún momento, aunque no sabemos cuándo, después de caerse del caballo que montaba durante el Tope Nacional en San José, el pasado martes.
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La caída le produjo una hemorragia cerebral que finalmente llevó a la muerte al conocido defensor.
"Esta carrera Vega no la quería correr porque tenía tres hernias en la columna, estaba evitando correr en pavimento, pero en noviembre había hecho la carrera de la Selección, yo esa no la hice porque me habían operado de un ojo.
"A los dos días (después de la competencia de la Sele), me puso un mensaje: 'Luis, corramos la San Silvestre, ya me inscribí'. Entonces yo me inscribí también, me dijo que empezáramos a correr juntos, le pregunté que si entrenábamos en La Sabana o en el Parque del Este y prefirió en La Sabana", recordó este viernes don Luis.
Vega, además de ser un fiebre de los caballos, era un amante de los deportes: había jugado como portero en equipos aficionados, le había hecho al triatlón y, cuando las hernias lo empezaron a molestar, optó por nadar o correr.
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Los dos disfrutaron su amistad participando en distintas competencias, no solo en suelo tico, ya que también corrieron en Nueva York, Miami y San Andrés, entre otros lugares.
"Uno de los recuerdos que me queda fue una vez que fuimos a Miami a correr 10 kilómetros y él terminó arratonado. Henry no hablaba inglés y yo sí, le dije que fuéramos a hablar con una masajista y él decía que no. Pero llegué y le dije a una gringa que Henry tenía un problema, le pidió que se acostara boca abajo en la camilla porque la molestia era en el ratón y entonces empezó a gritar del dolor.
"Le dije que no gritara y me decía que le dolía mucho, parecía un carajillo gritando", recordó Navarro, quien sigue hablando de Vega como si estuviera vivo.
El último adiós
La muerte del abogado tomó por sorpresa a todos sus familiares, amigos y hasta a la gente que solo lo conocía por salir en televisión defendiendo famosos casos.
Navarro no fue la excepción y recordó que el último día que habló con el especialista en Derecho Penal fue el mismo martes, en el tope, cuando se encontraron frente al teatro Nacional.
"El 24 de diciembre habíamos quedado en vernos en el tope, yo me fui a San José a hacer mandados y cuando lo vi, se vino y me dijo: 'Qué Luis, ¿todo bien?'.
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"Le dije: '¿Mañana (miércoles) siempre vamos a ir a correr a las 6 de la mañana?' y me dijo que dependía de cómo amaneciera y ya en la tarde me di cuenta (del accidente). Me llamó un amigo para decirme que Henry se había caído. Yo lo estuve llamando (a Vega), enviando mensajes de WhatsApp y no contestaba, ya luego empecé a averiguar y me dí cuenta que había fallecido", señaló Navarro, empleado pensionado del Gobierno.
Pese a lo duro del golpe, don Luis hará este domingo el recorrido de 10.4 kilómetros, con salida y meta frente a la tienda Runners en Pavas , imaginando que su querido amigo va con él y por eso va a lucir en la camiseta la imagen del jurista, junto a la frase: "Estoy corriendo con Henry Vega, 31 de diciembre del 2017".
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"Voy a ir a correr como si él fuera conmigo. Creo que va a ser un recorrido diferente a lo que estoy acostumbrado a hacer, va a ser muy emocional" , finalizó este amigo fiel.
