El futbolista Erick Marín, quien venció tres diagnósticos de cáncer, uno testicular y los otros dos en la zona abdominal en los años 2017, 2018 y 2019, se encuentra preocupado por la alerta naranja que se emitió en Pavas.
Marín, de 38 años, es vecino de este distrito josefino que desde este miércoles está bajo medidas sanitarias más fuertes debido a los constantes casos de coronavirus que se han reportado.
Para el jugador, lo que se está viviendo en este lugar es difícil de asimilar, al punto que se ha despertado en la madrugada pensando en el duro futuro que se le puede venir a su barrio.
“Hay noches que todavía me levanto pensando en lo que viví cuando tuve cáncer. Lo que está pasando en Pavas me pone más tenso de lo normal porque puede empeorar y todavía algunas personas no han dimensionado lo que está pasando por no cuidarse, eso me genera mucho temor”, comentó.
A pesar de estar recuperado, Erick es una de las personas con factores de riesgo, ya que es sobreviviente de cáncer.
“Creo que todo en Pavas se pondrá más difícil, ahora hay que tener mucho más cuidado, hay que salir con mascarilla, tener más distanciamiento y ser más aseado. El ambiente aquí se puede poner tenso y con mucho estrés, pero todo esto pasó porque algunas personas no hicieron caso”, explicó.
Este paveño de nacimiento confesó que no sale mucho de su casa, lo que sí hace son mandados y visitar a su novia, quien también vive en el distrito capitalino.
“Desde antes que pasara esto en Pavas, yo casi siempre salía con mascarilla. Por dicha en mi familia y la familia de mi novia, por todo lo que viví cuando estuve aislado (durante 67 días) sabemos muy bien sobre los protocolos y los hemos aplicado desde hace algunos años”, detalló.
Erick considera que este llamado de atención a sus vecinos debe servir para cuidarse más.
“Todo mundo pensó que esto era un vacilón, pero es cosa seria y ahora la gente sí está asustada. Ojalá que salgan con mascarilla, que se laven las manos constantemente y que se cuiden todavía más porque si no lo hacen nos vamos para abajo todos”, añadió.
Feliz por el hermano
A pesar del triste ambiente que hay en Pavas, para Erick hay un motivo por el cual celebrar y es el ascenso a la primera división del equipo Sporting FC, que tiene su sede en el estadio Ernesto Rohrmoser, en el distrito capitalino
En ese club juega su hermano, Miguel, quien gracias a su tanto de tiro libre en el partido de vuelta de la final ante Escazuceña, le dio el boleto para participar en la máxima categoría el torneo que viene.
“Fue un golazo el que hizo. Para nosotros en la familia fue de mucha felicidad, todavía estoy ronco de gritar el gol. Para nosotros en la familia fue estresante porque en los partidos anteriores no había jugado, entonces ese gol que hizo también nos ayudó a soltar esta tensión que teníamos”, agregó.
Erick sigue de cerca el fútbol nacional y está al tanto de la final que disputarán Saprissa y la Liga.
“Los dos están muy parejos y se deben cuidar porque tienen a jugadores muy peligrosos, pero creo que el más obligado es la Liga porque tiene que ganar esta serie para obligar a Saprissa a jugar dos partidos más”, aseguró.