EscucharLiga Deportiva Alajuelense conquistó este miércoles el hexacampeonato en el fútbol femenino al imponerse a Sporting 2 a 1 en la final en el estadio Ernesto Rohrmoser y superar a las albinegras en el global con un 3 a 1 inapelable.
Este Alajuelense sí tiene carácter, personalidad, hormonas, estilo, todo lo que quieran decir. Las Leonas tienen muchas virtudes que este miércoles las llevaron a conquistar el hexacampeonato, todos de la mano del entrenador Wílmer López.
La Liga se impuso 2 a 1 a Sporting en el estadio Ernesto Rohrmoser y colocó la sexta corona consecutiva en sus vitrinas en el fútbol femenino, donde son las reinas, las mandonas y donde demuestran que nadie les pone la mano encima. Dignas de “hexaltar”.
Ciertamente, este título costó. Sporting vendió cara su derrota y aunque haya perdido en los dos partidos, no fueron fáciles para las manudas, pero tampoco estuvo en discusión, en ningún momneto la superioridad de las rojinegras.
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Alajuela llegó con ventaja de un gol, conseguida en el Alejandro Morera Soto, luego de un partido horrendo, pero justificable, es una final. Este miércoles el juego no fue atractivo, pero tampoco fue tan aburrido.
Como era de esperar, Sporting intentó llevar la iniciativa pero las chicas del Pato cerraron espacios, se pararon con mucho orden y evitaron que las albinegras armaran jugadas con claridad. Al ir al frente, eso sí, Alajuela fue más clara, y sus individualidades llegaron en una mejor noche.
Así fue al minuto 20 cuando en un contragolpe, la Liga abrió el marcador. Un balonazo le pegó en la cara a una rival y quedó tendida. Sheika Scott aprovechó para agarrar la bola e ir con todo al frente, hizo un par de amagues y se la pasó a la panameña Kenia Rangel.
La volante hizo un amague al controlar que descolocó a Diana Saénz y sola frente a la portera Gabriela Machuca apenas punteó para abrir el marcador.
Fue un gol que allanó la serie pues ante la paridad de fuerzas, ligeramente inclinada a Alajuelense, la diferencia se ensanchó a dos goles, a favor del equipo con más colmillo y oficio. El hexa era muy probable que se hubiera plasmado en esa jugada.
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El juego fue parejo, sin mucha emoción, como las finales y solamente Scott, al 36, volvió a insinuar algo con peligro para la Liga. Se quitó dos marcas pero su remate lo tapó una defensa, el rebote cayó en Rangel, quien tiró de más lejos y la portera Machuca controló sin problemas.
Pero ya el gol de ventaja en el juego y los dos en la serie eran pesados. Eso permitió a las chicas del Pato manejar el partido, replegarse con orden y atacar con criterio.
Fue un remate de la albinegra Emely Flores, al 48 ya en el complemento, la que nos recordó que Sporting estaba en pie de lucha. La portera Noelia Bemúdez voló, sacó una mano y apenas desvió al tiro de esquina.
La Liga atacó al 51, Emilie Valenciano tomó la bola fuera del área de Sporting, dio un par de pasos y sacó un cañonazo alto al que Machuca no le pudo llegar. Un 2 a 0 lapidario, que puso a Sporting abajo 3 a 0 y en un partido donde no tenía la claridad para atacar con contudencia.
Fue un gol que puso a brincar a los aficionados manudos, que eran mayoría en el Ernesto Rohrmoser y que aunque al partido aún le faltaba mucho, ya la suerte estaba echada.
La Liga tuvo temple además, para controlar el partido, para manejar la bola cuando las circunstancias se lo permitían y para cerrar espacios atrás, para minimizar al mínimo los ataques de Sporting. El hexa ya estaba en el ambiente a los 60 minutos.
Sporting patealeó, quiso el descuento, lo buscó y Noelia Bermúdez volvió a evitar el gol al tapar un remate dentro del área de Yerling Ovares al 77.
El consuelo de Sporting llegó en tiempo de reposición con Carol Sánchez, la veterana de mil batallas que se adelantó a todas en un tiro libre para meter la cabeza y mandarla al fondo de la red. Al menos la honra para un equipo que dio pelea.
Un dato adicional es que después del berrinche de la semana pasada, el narrador de Tigo Sports, Kristian Mora sí se dignó a locutar esta mejenga con su reconocido estilo, aunque ya la torta estaba hecha, ¿ya pa’ qué?
