Este martes trascendió la noticia del fallecimiento del extécnico Humberto Maschio, leyenda de la selección Argentina y del Racing Club con un recordado paso en Costa Rica en los años setenta.
El Bocha, como le apodaban, dirigió a la Selección de Costa Rica en las eliminatorias rumbo al Mundial de Alemania 1974, una de las que con más amargura se recuerda en el país.
En los libros de historia del fútbol tico quedó el infame empate a tres ante Honduras, marcador con el que la Tricolor quedó eliminada apenas en la primera fase hacia la copa mundial al caer en la serie de ida y vuelta ante los catrachos, en el primer partido perdimos 2-1 en Tegucigalpa, en diciembre de 1972.
Ese juego quedó marcado en particular porque se iba ganando 3-0, lo que daba toda la pinta que se había dado vuelta a la serie con creces con los goles de Wálter Elizondo, Roy Sáenz y autogol de Selvin Cárcamo, pero no se pudo sostener el marcador y apenas en dos partidos se nos fue el mundial y el técnico.
Irónicamente, al año siguiente, en 1973, el argentino ganó la Copa Libertadores con el Independiente de Argentina.
Cuando se trajo a Maschio había mucha expectativa que nos podría llevar a buen puerto, según una reseña escrita hace unos años por el periodista Rodrigo Calvo.
“Desde el nombramiento del exjugador y técnico argentino Humberto Bocha Maschio como seleccionador nacional, había mucha expectación en el país por la clasificación de la Tricolor a la hexagonal final de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf), en especial tras el triunfo 1-0 sobre México en un amistoso en San José, el 6 de agosto de ese año, después de un golazo de Fernando “Príncipe” Hernández al minuto 83; y aceptables giras de preparación realizadas a México, Estados Unidos y Centroamérica”, destacó.
Al final nada salió como se esperaba y a la hora de los balazos la Sele simplemente fracasó en un momento que tenía una generación dorada para muchos.