La gimnasta Luciana Alvarado no solo mejoró su marca personal, sino que captó las miradas de los medios internacionales al cerrar su participación en las Olimpiadas de Tokio haciendo la pose que caracteriza al movimiento Black Lives Matter.

La tica puso su rodilla derecha en el piso y levantó su brazo derecho, cerrando el puño. Esta fue una acción inesperada, pero para la joven, de 18 años, es un movimiento corporal que realiza desde hace algún tiempo junto con un familiar.

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El movimiento Black Lives Matter nació luego de la muerte del estadounidense George Floyd, en mayo del 2020 a manos del policía Dereck Chavin. Ese día, el oficial de Minneapolis provocó la muerte del afrodescendiente cuando le presionó el cuello a Floyd con su rodilla, por más de nueve minutos.

Otros ticos. El judoca Ian Ignacio Sancho avanzó a la segunda ronda de la competencia en la categoría de los -66 kilogramos, pero fue derrotado por el coreano Kor An Baul, el número tres del mundo. La ciclista María José Vargas no pudo terminar la competencia de ciclismo de ruta.

Medios internacionales, como Today de la cadena NBC, el diario español Marca y el periódico mexicano Reforma hicieron eco del gesto de Alvarado.

“Mi primo y yo lo hacemos en nuestras rutinas”, dijo Luciana en declaraciones en la página web www.today.com.

“Siento que si haces algo que une a todos, y ves que sí eres uno de los míos, entiendes las cosas, sobre la importancia de que todos sean tratados con respeto y dignidad y todos tener los mismos derechos porque todos somos iguales y somos hermosos y asombrosos“, agregó.

Promete

Luciana, la primera gimnasta tica que participó en unas olimpiadas tuvo una gran presentación este domingo por la madrugada y superó su mejor puntuación al sumar 51.306 en el acumulado de su rutina, por encima de los 50.833 que hizo en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, donde consiguió su boleto a Tokio, a inicios del mes de junio.

Alvarado culminó sus rutinas y luego debió esperar algunas horas para conocer los resultados de las gimnastas que llegaron al evento.

“Siento que si haces algo que une a todos, y ves que aquí, como ‘sí, eres uno de los míos, entiendes las cosas’, la importancia de que todos sean tratados con respeto y dignidad y todos tener los mismos derechos porque todos somos iguales y todos somos hermosos y asombrosos”. Luciana Alvarado, gimnasta.

Finalmente, la nacional quedó fuera de la siguiente ronda y culminó su participación en Tokio, pero dejó claro que el futuro es prometedor.

La tica terminó en el lugar 56 entre 88 atletas. A la final solo accedían las 24 mejores participantes.