Cuando Wílmer López dijo adiós al fútbol, el 22 de julio del 2009, en un estadio Morera Soto a reventar, en una de las despedidas más emotivas y multitudinarias que se recuerde en la historia de Tiquicia, su hija menor, Wyzangel apenas tenía año y medio.
El Pato que ha tenido más presente esta muchachita de 15 años es el ídolo que perdura en el tiempo y el que estableció el récord de seis campeonatos al hilo en el fútbol femenino a cargo de Alajuelense, y a quien cada seis meses acompaña para levantar una copa.
Con semejante ejemplo, Wyzangel también le tomó un gran amor al deporte que ha marcado la vida de su tata y en las ligas menores de las leonas la chiquilla ya destaca como delantera en el equipo sub-15 y hasta del Alto Rendimiento.
“Desde pequeñita papi me tenía una bola a la par, es algo con lo que me crié siempre desde peque me gustó. Yo me inicié con él en el Complejo Wílmer López, y jugaba en la escuela y así. Luego en CODEA (Comité de Deportes de Alajuela) ya luego es que llegué a la Liga.
“En la Liga ya tengo como dos años, ya estoy en Alto Rendimiento y, la verdad, ha sido superdifícil, hay muy buen nivel. Hace poco quedamos subcampeonas con la 15 y también con el Alto, pero la verdad también ha sido superbonito estar allí”, comentó.
Más allá de las típicas comparaciones que hacen sobre los hijos de exfutbolistas, las cuales, por ejemplo, vivió su hermano mayor, Wílmer, a ella lo que le ilusiona tremendamente es tener la oportunidad de debutar algún día en primera división y ojalá de la mano de su tata.
“Obviamente, mi aspiración es llegar a primera división, estar en el primer equipo y ojalá dirigiéndome mi papá. Espero que sea algo que se dé”, dice con una sonrisa que no puede disimular.
Además, Wyzangel, por sus goles con las Leonas, ha sido convocada a la selección femenina sub-17 de Costa Rica, donde se encontró otra cara muy conocida, como lo es su tío Harold, quien es el seleccionador.
“He venido haciendo varios microciclos y también es una experiencia que me ha gustado mucho. La verdad, allí me encontré con mi tío, pero adentro de la cancha es diferente yo no lo tomo como mi tío, sino como mi profesor, a quien debo respetar sus decisiones. Estar en la selección es algo que no tengo palabras para explicarlo, ha sido sumamente increíble, es una oportunidad diferente y grande”.
Muy unidos
El Pato y su patita son muy unidos; Wyzangel es hija de su actual esposa, Zaida Le Maitre, por lo que la niña ha podido crecer al lado de su papá y darse cuenta del porqué Wílmer es un ídolo para tantos en Costa Rica.
A ella le cuesta poner en palabras qué significa para ella ser hija de una persona tan querida y admirada más allá de la misma afición manuda.
“Es algo increíble la verdad, no sé cómo explicarlo, la verdad que no me salen las palabras cómo es tener a mi papá. La verdad es algo superincreíble ver ese cariño que tanto le tienen, que donde sea que vaya le tomen fotos, es algo que me llena de orgullo”, comenta.
Eso sí, cuando anda con Wílmer ha aprendido a tener paciencia; por ejemplo, el miércoles pasado, en la final femenina salieron del estadio casi a las 11 p.m, de un partido que terminó a las 9 porque él se tomó el tiempo para tomarse fotos con toda la gente se metió a la cancha a saludarlo.
“Eso pasa siempre, siempre la gente lo está buscando para saludarlo o pedirle fotos, pero la verdad es que es lindo. Uno se siente bien ver que lo quieran tanto y uno aprende además de todo eso, ver que con todas las personas es accesible, superhumilde, es lo que lo hace ser buena persona”.
Ese ejemplo a Wyzangel le sirve para su carrera; incluso, ya algunas personas la reconocen de verla tanto en las redes sociales de su tata, por lo que tiene claro cómo comportarse, pues nos contó que las fotos, las cámaras y ese mundo le gustan, y hasta ha pensado en ser modelo por lo que no se extrañen si la ven también brillando en pasarelas.