EscucharHay un carro que llama la atención en todos los eventos de exhibición por su forma tan particular en que fue “tuneado”, con Hulk en la tapa delantera.
Se trata de Elantra de Juan Carlos Cerdas, un vecino del Barreal de Heredia, que este sábado cumpló 70 años y quien se considera un entusiasta del “tuning” en el país.
El “tuning” es una forma de personalizar los carros para que se vean y suenen como el dueño quiere. Se trata de meterle mejoras estéticas y mecánicas al chuzo: cambiarle los bumpers, ponerle luces de colores, audio potente, pantallas, rines diferentes, pintarlo con colores llamativos o hasta ponerle puertas que se abren hacia arriba como las de los carros deportivos.
Pero no es solo por lujo, es un hobbie que muchos disfrutan. Es gente que cuida su carro como un tesoro y lo convierte en una obra personal de arte sobre ruedas. A muchos les encanta ir a exhibiciones, mostrar su nave y compartir con otros amantes de los carros modificados, como lo hace don Juan Carlos.
El carro tiene dos nombres, Hulk, no solo porque lo tiene pintado en la parte delantera del carro, sino porque es el personaje favorito del dueño, de la televisión. También se llama el Avispón Verde. Don Juan Carlos explica que se lo puso por el color del carro, porque ama el verde.
El carro tiene de todo: decoración en el tapiz, puertas tipo “lambo” que se abren hacia arriba, luces en el piso y en el interior, audio potente, pantallas, una joroba trasera con pantalla. Además, el motor está modificado, tiene turbo, los bumper y los estribos son de fibra de vidrio.
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El carrito es solo de exhibición y genera la admiración de todo tipo de publico, pero los niños se vuelven locos cuando lo ven con las luces encencidas en las noches.
El carro no está a la venta y Juan Carlos lo tiene muy claro, solo en caso de una emergencia lo vendería. Mientras tanto tiene la idea de heredarlo a su hija. “Ella podrá hacer con el carrito lo que quiera”, manifestó.
Cerdas dice que un Elantra modificado que pasaba por su casa en Belén lo inspiró. Un día lo detuvo para preguntarle cuánto había invertido en esas modificaciones.
“Me dijo que le había metido como ₡900 mil. Yo no tenía plata, pero empecé a ahorrar, hice una alcancía. Luego conocí el taller JYB, por La Guaca, hablé con el dueño, vi los catálogos y ahí empecé con todo”, narró.
Lo empezó a modificar como en el 2010, cuando ya no estaba casado porque su pareja no compartía la misma afición.
Hoy, Hulk es de los pocos carros que quedan tuneados, al estilo de la vieja guardia y que nació cuando el tuning tenía mucha fuerza.
