La carrera futbolística que hizo José Carlos Cancela en Costa Rica hace que muchos en nuestro país recuerden con cariño al uruguayo.
Por esa razón, ahora que el charrúa es el asistente técnico del Cruz Azul de México, desde Tiquicia le han llegado gran cantidad de buenas vibras.
Pepe llegó al país en 2003 para jugar con el Deportivo Saprissa. Regresó a Costa Rica para ponerse la chema de Liberia Mía la temporada 2008-2009, incluso se coronó campeón nacional con los guanacastecos (Verano 2009).
Después brincó al Herediano y levantó la copa en el Verano 2012. Luego se vistió nuevamente de morado y defendió las camisetas de Belén y el Municipal Pérez Zeledón.
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Con los Guerreros del Sur quedó campeón nacional en el Apertura 2018, pero esa vez como asistente técnico de José Giacone. Después de ese torneo jaló para formar parte del cuerpo técnico de los Tiburones Rojos de Veracruz, de la Liga MX, junto con el técnico uruguayo Robert Dante Siboldi.
Después de dar un paso al costado por malos resultados con los Tiburones, la “Máquina Cementera” les abrió las puertas y desde el pasado 10 de setiembre bretean en ese equipo, que en nuestro país se conoce como el Cartaginés del fútbol mexicano, por sus colores azules y porque los aztecas llevan buscando un nuevo campeonato de liga desde el Invierno 1997.
El Pepe Cancela tuvo su primera alegría el pasado jueves porque se coronó campeón de la Leagues Cup (primera edición del torneo entre clubes de la MLS y la Liga MX) tras derrotar 2-0 a Tigres.
- ¿Cómo han sido estos primeros días con el Cruz Azul?
Bien, han sido días intensos, pero de mucha alegría y felicidad por llegar a un club tan importante y sabiendo la responsabilidad que conlleva. A pocos días de llegar al club enfrentamos una final y se hizo de buena manera, se logró un titulo con apenas siete o diez días en el club y eso nos hizo muy bien a todos, también a los jugadores. A seguir trabajando, queda la recta final de torneo.
- Eso fue empezar con el pie derecho...
Sí, por suerte, siempre es muy bueno entrar al club y ganar partidos. Esa final abre puertas para muchas cosas.
- ¿Sus amigos ticos no lo vacilan porque está en el Cartaginés de México?
No, todavía no ha pasado (risas).
- ¿Cómo manejan esa presión por ganar la liga?
Eso se sabía, es un club donde la presión se vive día a día, es un reto muy lindo en lo personal y grupal. Gracias a Dios para eso es lo que nos preparamos y los retos nos han gustado. Hay que saber convivir con eso, la exigencia es al máximo porque el club no ha conseguido esos éxitos, sabíamos a qué veníamos y a dónde veníamos.
- ¿Cómo ha sido el cambio de país?
Conocía el país, gracias a Dios no se me ha hecho muy difícil porque era un fútbol que yo conocía, cuando llegué me sentí cómodo desde el principio.
- ¿Qué extraña de Costa Rica?
Se extrañan muchas cosas, casi todo, la comida, costumbres, amigos, fútbol. La última vez que viví ahí fueron más de 10 años, me brindaron muchas oportunidad, se respetó y valoró mi carrera. Hay una parte de mí que me liga mucho a Costa Rica, muchas vivencias mías y de mi familia.
- ¿Pero mantienen contacto?
Sigo igual con las amistades, estoy pendiente de lo que pasa día a día con el fútbol. Tengo negocios en Costa Rica, es mi segunda casa, hoy me encuentro acá por cosas profesionales, pero siempre le doy seguimiento al restaurante en Pérez Zeledón.
- ¿Cómo pasa a formar parte del club?
Estuve en Veracruz, las cosas no salieron y entonces dimos un paso al costado. Después surgió la posibilidad de volver a Cruz Azul. Robert y yo habíamos estado como jugadores y sabíamos cómo se maneja el club, se hizo un gran cuerpo de trabajo, compartimos mucho la filosofía.
- ¿Cómo surge esa amistad con Robert?
Siempre manteníamos contacto, cada uno en su ambiente y con sus cosas, somos uruguayos y hemos compartido en nuestras vidas muchas cosas. Salimos de Peñarol, ahí nos formamos, después nos reencontramos.
- ¿Se ilusionan con ganar el título de la Liga MX?
Sí ilusiona, agarramos el equipo con posibilidades altas de clasificar y esa la principal meta, pelear el título porque es lo que uno aspira.