Vanessa Jiménez, indígena cabécar y herediana de corazón, vivió una experiencia inolvidable al caminar dos días para ver al equipo de sus amores coronarse campeón.
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La aficionada es vecina de Sitio Hilda, en las cercanías del cerro Chirripó, y emprendió su travesía desde el lunes anterior, movida por la pasión que siente por Herediano.
Su meta era llegar hasta el estadio Carlos Alvarado y ver con sus propios ojos al Team levantar la copa.
No solo logró ver el encuentro, sino que atesoró una experiencia que jamás olvidará: ser testigo del bicampeonato de Herediano, que además superó a Liga Deportiva Alajuelense en títulos.
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Un tema del que se ha estado hablando en los últimos días, pues los florenses ahora son el segundo equipo con más campeonatos nacionales.
Vanessa vivió este momento como algo que jamás olvidará y agradeció el poder ser parte de la gran fiesta armada en el Carlos Alvarado.
“Primero que nada, quiero darle las gracias a Dios, a don Jafet Soto y a Fuerza Herediano por permitirme estar aquí. Tuve que caminar dos días para poder llegar y estoy muy agradecida por esta oportunidad de ver a mi equipo campeón”, expresó Jiménez con orgullo.
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La joven contó que por un momento pensó que no lograría entrar al estadio, algo que le ocurrió a otros aficionados, pero gracias a un grupo de personas que la ayudaron, pudo ingresar y disfrutar de la gran fiesta florense. Esto por poco la hace llorar.
“Muchas personas llegaron a saludarme a felicitarme”, comentó emocionada.
Vanessa también se mostró muy feliz de que su frase en cabécar, “Säshkä Nakata”, que significa “Todos unidos”, fuera adoptada por los jugadores y cuerpo técnico como un símbolo de unión previo a la gran final.
No era la primera vez que apoyaba al club desde la grada, ya que también estuvo presente en la semifinal de vuelta ante Saprissa, donde Herediano ganó 2-0.
“Me siento muy emocionada, muy feliz de ver un nuevo experiencia en mi vida, ya que no había vivido esto. Es la primera vez que vengo a un estadio lleno de aficionados, es una nueva experiencia para mí y para mi comunidad”, compartió.
Pero Vanessa no solo es una apasionada aficionada, también tiene el sueño de jugar algún día con Herediano.
“Yo sueño con jugar en Herediano porque soy jugadora también. He jugado con Dimas Escazú y con Cartago. Me desempeño como extrema y delantera”, reveló con ilusión.
Para ella y su familia, esto fue algo realmente maravilloso, que, sin duda, quedará grabado para siempre en su historia personal… y en la del club que tanto ama.