Juan Gutiérrez, un nombre grabado con letras doradas en la historia del Deportivo Saprissa, no solo fue protagonista del mítico hexacampeonato, sino también testigo de una rivalidad que hoy se renueva en la semifinal ante Herediano. Con historias de lucha, sacrificio y gloria, su legado sigue inspirando.
Gutiérrez fue uno de los porteros que fueron parte de la promo de la nueva tercera camiseta del equipo y por lo cual, su nombre ha vuelto a sonar, pero muchos no saben quién fue Juan Gutierrez y qué tan importante terminó siendo en la historia del Monstruo.
Hoy ve los “toros desde la barrera”, sabe que la final de segunda fase ante Herediano será complicada y que cualquiera la puede ganar. “Yo no soy de los que piensan que Heredia es más complicado que Alajuela. Cualquiera es difícil, pero Saprissa no ha tenido un campeonato bueno, y eso puede resultar más duro aún. Pero siempre sacan la casta en estos partidos”, dijo.
Imperdible. El primer juego de la fase final entre Herediano y Saprissa será este domingo, a las 5 p.m. en el estadio Carlos Alvarado y se podrá ver por FUTV.
“Sin embargo, los partidos entre Alajuelense, Saprissa y Heredia son impredecibles”, destacó.
Primer gran golpe
La compra del guardameta fue el primer golpe que Saprissa le dio a Alajuelense por un jugador. La Liga y la S estaban interesados por el arquero de Nicolás Marín (luego Barrio México) y hubo una disputa que al final, los morados ganaron.
Pagaron 100 mil colones en 1969 por hacerse con los servicios de Gutiérrez. Era la máxima cantidad de dinero que Saprissa había pagado por un jugador y, por supuesto, no faltaron las críticas, pues se decía que era pagar demasiado por un jugador.
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Pero, desde los primeros partidos, Juan Gutiérrez demostró que su calidad valía lo que Saprissa había pagado.
“A mí nunca me tomaron el parecer. Solo me preguntaron con quién quería jugar, yo dije Saprissa y al otro día estaba entrenando con ellos. No vi nada de ese dinero, del cual me di cuenta por la prensa. El trato lo cerraron en Los Mercaditos en Plaza González Víquez”, expresó a La Teja el exjugador.
Lo demás se cuenta por sí solo. Gutiérrez formó parte del mítico equipo de los 70 del Saprissa, que ganó un hexacampeonato (récord en el fútbol masculino nacional) de 1972 al 77, alternando actuaciones con Marco Antonio Rojas.
“Mi mayor satisfacción fue verme como jugador de Saprissa, cumplí un sueño que se inició desde que mi papá me llevaba al estadio a ver a Saprissa. Yo iba a ver a Mario “Flaco” Pérez (otra leyenda en la portería de Saprissa)”.
El sueño de Gutiérrez de llegar al club morado tuvo un incentivo extra, que fue conocer al Flaco Pérez, y compartir camerino con él, en la selección nacional, en el seno del equipo que ganó el campeonato centroamericano de 1967.
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Ya en Saprissa, aparte del hexacampenato, Juan consiguió un récord de 762 minutos de imbatibilidad en el torneo de 1972 y se retiró en primera instancia en 1979 pues el trabajo que tenía, en una empresa que hacía giras internacionales constantemente, le impedía continuar como él deseaba en el equipo.
¿Está Juan Gutierrez en el top cinco de porteros de Saprissa?, le preguntó La Teja.
“No me corresponde, no me comparo con ninguno de los compañeros, solo digo que tuve la oportunidad de jugar con Saprissa y mis respetos para dos de ellos, Mario “Flaco” Pérez y Marco Rojas”.
Regreso con tragedia
Juan Gutiérrez estuvo alejado de las canchas de 1979 al 82, pero una tragedia lo hizo volver al fútbol. Se trató del accidente del 30 de enero de 1982, del equipo Municipal San José (Barrio México, barrio del jugador y donde nació futbolísticamente) cuando murieron cinco integrantes del equipo.
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Gutiérrez fue donde los mexicanistas y les dijo, ‘en qué les puedo ayudar” y el técnico Didier el Zorro Castro, le pidió que jugara con ellos.
Juan aceptó, pero con dos condiciones, que no le pagaran y que él no iría a entrenar porque el trabajo se lo impedía. Algunos sábado pudo hacerlo, para ponerse a tono para el domingo.
“Yo le dije al Zorro (qepd): ‘tengo dos años de retirado pero acepté y le dije, juego pero no entreno. No me pagaron, pero porque yo les dije, y así jugué mis últimos dos años”.
El Municipal San José empezó tarde el torneo del 82, ya que muchos jugadores aún estaban golpeados por la tragedia, ocurrida en San Rafael de Heredia frente a la entrada principal del El Castillo Country Club.
“El primer año nos fue bien, el segundo no. En el 83, en un partido en el estadio Nacional contra Limón, le salí a un jugador, no recuerdo quién, y sin ninguna responsabilidad del futbolista de Limón, me tocó la cabeza con el pie, perdí el conocimiento. Al otro día estaba en el hospital y dije, hasta aquí y no volví a jugar”.
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La visión de Juan Gutiérrez trasciende generaciones: Saprissa siempre encuentra la casta en los momentos más duros. Desde su época bajo los tres palos hasta hoy, su legado recuerda que los grandes equipos no solo se forjan con títulos, sino con corazones que laten por sus colores.
Juan Gutiérrez, una leyenda, una parte de esa historia viva de Saprissa, un legado en el momento más glorioso del Monstruo. Un señor bajo el marco.