La talentosa volante de Alajuelense, la “Maravillosa” Natalia Mills, ha escuchado muchas veces que la comparan con el exfutbolista morado el “Maravilloso” Roy Myers, pero no lo conoce y quiere saber quién es.
La panameña es una de las jugadoras más destacadas del equipo rojinegro y un pilar fundamental en las finales del campeonato nacional y de la Supercopa ante Saprissa.
La jugadora se parece al Maravilloso por ser delgada y alta, de piernas largas y afrodescendiente, pero sobre todo por las fintas y regates, por la forma en que conduce la pecosa y por su inteligencia cuando la tiene pegada a sus pies.
Cuando La Teja le preguntó si conocía a Myers, ella nos repreguntó: “¿Quién es ese Maravilloso del que me han hablado?
“No lo he visto nunca, pero he escuchado que dicen que se parece a mí. En algunos comentarios también he visto que me comparan”, dijo la rojinegra.
La Teja buscó a Myers para que nos dijera si Natalia se le parece a él cuando era jugador, por lo que le consultamos al departamento de prensa morado para saber si le daban permiso a Roy de hablar, pero Saprissa no lo autorizó (¿estarán mordidos por la paliza?).
Juan Carlos Solano, narrador del fútbol femenino en TD+ dijo que en efecto ambos tienen un parecido en lo físico y en lo futbolístico.
“Se parecen en lo flacos, las piernas largas, por la estatura. En el uno contra uno son desequilibrantes y tienen dribling. Cuando ella va en el uno contra uno siempre digo que lleva las de perder la marcadora.
“Siempre parece como que el rival que la va a marcar llega pensando en qué magia le va a hacer y eso ocurría también con Roy”, expresó.
Natalia nos contó detalles de su vida y del buen momento que vive con las leonas.
– ¿Cómo aprendió a jugar de esa manera?
Crecí en Panamá, la ciudad capital, en barrio Parque Lefevre, me tocó jugar con hombres, con los primos, con los amigos, ya que no había escuelas de fútbol, menos para mujeres.
–¿Y destacaba jugando contra hombres?
Sí destacaba, les hacía fintas, pero era más pequeña. Soy muy delgada y a veces me daba miedo marcar, pero así aprendí a jugar, fue como empecé. Eran canchas de futbol sala o improvisábamos alguna cancha, con marcos y se formaban las birrias.
–¿Es cierto que el fútbol femenino en Panamá está en pañales y que los torneos son muy cortos?
Ha dicho la verdad, el torneo dura dos meses, el 9 de diciembre se acaba y eso es lamentable. Hay muchas mujeres que están fuera, en España. Acá hubo ocho compañeras, algunas en segunda (división) buscando subir. Es muy triste porque existe mucha calidad, jugadoras de todas las edades, pero nos toca salir de Panamá. Falta apoyo por parte de los clubes, de los patrocinadores, de la federación. Se supone que los clubes están obligados a tener un equipo femenino, pero es solo de nombre.
–¿Qué sabor de boca le deja la temporada espectacular que hizo Alajuelense?
Estoy muy contenta. Cuando llegué fue un poco difícil y me costó adaptarme, pero tengo grandes compañeras y hay una gran rivalidad deportiva. Todas quieren jugar y me tocó adaptarme de a poco. Con Kenia Rangel, de quien ya era amiga, me fue más fácil. Al final me gané la confianza de los profes y de las compañeras.
– ¿El apoyo que le da la Liga a las jugadoras le sorprende?
Mucho, demasiado, me atrevo a decir que es mayor que el de muchos equipos masculinos en Panamá. Tenemos todo, la alimentación, las vitaminas, las proteínas, todo. Nos hacen sentir como profesionales.
¿Cree que el equipo femenino de Alajuelense está sobrado?
No sobradas. Esto es trabajo. Cuando llegué creí que no iba a jugar porque se notaban las ganas que las compañeras le ponen en los entrenamientos. Eran tres fines de semana, ganaban y seguían con las mismas ganas, me imagino que era muy difícil para el profe Wilmer (López). Pero no estamos sobradas, tenemos que seguir trabajando y tener dedicación a hacer lo que realmente uno ama. Supongo que el otro torneo será más difícil.
– ¿La reconocen en Alajuela?
Sí, hemos salido con Kenia y no piden fotos y autógrafos. ‘Ahí van las panas de la Liga’, se oye decir. Es bonito saber eso, uno siente ese apoyo. En Panamá es muy poco el apoyo y son pocos los que ven un partido de fútbol de mujeres, así que a uno lo reconoce solo los que son muy fanáticos.
–¿Qué le ha parecido la afición de la Liga?
Son increíbles. El día que supe que iba a venir recibí mensajes para decirme que me esperaban, que ya era una manuda más, sin conocerme y sin saber cómo jugaba. Cuando jugamos la final de vuelta vi las calles llenas, fue maravilloso y el recibimiento fue increíble. Nunca vi nada así. Apoyan mucho. También fue bonito escucharlos en el estadio del rival. Son maravillosos.