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La jugadora saprissista Jeimy Umaña está cerca de cumplir uno de sus más grandes sueños: ser campeona vistiendo los colores morado y blanco.
La tibaseña jugará su primera final con el Sapri este viernes, a partir de las 8 de la noche, cuando reciban a Alajuelense en la Cueva para el duelo de ida.
“Quiero ser campeona, que este sea mi campeonato, para buscar alguna oportunidad fuera del país”, aseguró.
La futbolista, de 20 años, quien juega como volante y defensa central, contó lo que siente antes de disputar un duelo tan importante.
“Hay muchas emociones de por medio, es un clásico y en estos duelos se gana mucho. Tanto la Liga como nosotras queremos ganar y queremos quitarles el invicto.
“Las semanas después de la semifinal trabajamos un poco más en recuperar, hemos estado corrigiendo algunos errores y ya esta semana comenzamos a afinar detalles para el partido contra la Liga”, destacó.
“El inicio del torneo fue difícil, pero fuimos de menos a más y tenemos la convicción de ser campeonas”, Jeimy Umaña, jugadora Saprissa.
Umaña cuida cada detalle y todos los días hace trabajo extra para este viernes dar lo mejor.
“Todos los días voy al gimnasio para mejorar mi rendimiento, también agarro consejos de las compañeras más experimentadas y veo videos para analizar lo que he hecho bien y mal y tener una versión mejor de mí.
“Me apoyo en jugadoras como Carolina (Venegas), Dinnia (Díaz), Daniela (Cruz) y en Marianne (Ugalde), para que me aconsejen y ellas aportan mucho con su experiencia”, comentó.
Futbolera hasta los dientes
La familia de Jeimy es futbolera. Su papá, Jimmy Umaña, era volante, pero sufrió una lesión de ligamento cruzado y no pudo tratar su molestia, por eso no pudo seguir jugando, además porque se casó siendo joven, con Irene Fernández, y tocaba ponerse a bretear para ayudar a cubrir los gastos del hogar.
“A mi mamá también le gusta el fútbol y jugaba en cualquier posición. En ese tiempo era muy delgada y entonces no sospechaba que estaba embarazada de mí y se dio cuenta cuando tenía dos meses de gestación, incluso había jugado antes de enterarse”, contó.
Los inicios de Jeimy se dieron en el equipo de Arenal Coronado. Allí se formó y luego pasó al equipo de Coronado, en donde reconoce que la ayudaron a ser quien es. Después llegó a Tibás.
“Chiquitita jugaba como portera, pero luego me cambiaron de posición porque a mi papá le daba miedo que me lastimaran”, dijo.
Estudio y familia
Al igual que muchas de sus compañeras, Jeimy no vive solo del fútbol, y todos los días se acomoda para entrenar, ir al gimnasio, pasar tiempo con la familia y estudiar.
La volante entrena a las 6 de la mañana y luego de la práctica llega a su casa para llevar clases de inglés. A la 1 p.m. va al gimnasio y por las noches se dedica a sus estudios de administración de empresas con énfasis en banca y finanzas.
“Es bastante cansado, pero esa disciplina que aprendes con el fútbol se aplica en todos los ámbitos de la vida. Para mí el estudio es muy importante y gracias a Saprissa puedo estudiar, porque me dan una beca para estudiar inglés y para la universidad.
“Me falta un mes para terminar el curso de inglés y luego podré matricular más materias en la universidad. También me gusta pasar tiempo con mi familia, tengo dos hermanos, Tiffany y Justin, y me gusta compartir con mis abuelos María Isabel y Nextaly”, afirmó.
