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La historia de los niños que fueron campeones nacionales en fútbol a pata pelada

Una crónica llena de lucha y coraje que protagonizaron en 1984 unos valientes muchachos de Marbella, en Santa Cruz, Guanacaste

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El periodista Hernán Gutiérrez fue testigo de una proeza que, pese al montón de años que pasaron, siempre tuvo presente por lo grandiosa que fue.

Hablamos del histórico campeonato estudiantil nacional que ganaron, en 1984, unos niños de Marbella, en Santa Cruz de Guanacaste, que jugaron a pata pelada.

La Teja conversó con Gutiérrez, quien sacó un libro llamado “La hazaña de los pataspeladas” para dar a conocer la maravillosa historia de los 19 chiquitos que le marcaron la vida.

Libro La hazaña de los pataspeladas, autor Hernán Gutiérrez
La portada del libro es muy llamativa e ilustra la situación de los niños. Cortesía.

La edición consta de 500 ejemplares, cuesta ocho mil colones y se pueden hacer pedidos al 8835-3496. En Guanacaste, se puede comprar en la librería Nacascolo en Santa Cruz y en el super Pepe, en Liberia.

Libro La hazaña de los pataspeladas, autor Hernán Gutiérrez
Libro La hazaña de los pataspeladas, autor Hernán Gutiérrez

-¿En qué consiste el libro?

Es una historia, en realidad una gran crónica de unos niños de un pueblo muy pobre de Santa Cruz de Guanacaste, que se llama Marbella.

Ellos se inscribieron en un torneo nacional escolar, hace 37 años, y fueron ganando las eliminamos de su cantón, se eliminaron contra Nicoya, Liberia y clasificaron para ir a la final en Grecia e igualmente fueron ganando y llegaron a ser campeones nacionales, con la particularidad de que estaban descalzos, estaba acostumbrados a andar descalzos. El libro trata de las peripecias de ellos, desde que empezaron hasta que terminaron. Es una historia llena de heroísmo y coraje. Al final se da una referencia de cada uno de los 19 jugadores.

- ¿Qué hacen ellos ahora?

En 1984 tenían entre diez y doce años, ahora andan entre cuarenta y cincuenta, ellos en general y es la parte triste, ninguno pudo surgir futbolísticamente, pese a que se integraron a algunos equipos de primera división, pero por las condiciones de ellos y por la forma tradicional de las familias en esa zona donde todos trabajan, no los dejaron, es gente humilde. Hoy todos se dedican a la pesca, algunos trabajan en las fincas, otros en construcción, en fábricas, ninguno es profesional.

Libro La hazaña de los pataspeladas, autor Hernán Gutiérrez
Rodicop se encargó de las ilustraciones y hasta hizo un retrato de ellos. Cortesía.

-¿Cómo le llegó a la historia?

En este tiempo (1984) trabajaba en Santa Cruz en radio Chorotega y se enlazó con radio 16 de Grecia. Me tocó hacer la transmisión y me di cuenta y cuando llegaron a Santa Cruz, se transmitió en vivo. Conocía la historia, pero cada cosa a su tiempo.

Pasaron años, salí del país y se dio la circunstancia de que estando en París, vivo en Francia, voy a estar en Costa Rica hasta marzo, con el confinamiento me pregunté, ‘¿qué hago?, y surgió retomar el proyecto. Hablé con el entrenador (Carlos Espinoza, ya falleció) y empezamos a trabajar a distancia.

Estaban dispersos, lo primero que hice fue venir al país y reunir a los que íbamos ubicando. Tuvimos una primera reunión con seis, que residían en Marbella y en la segunda hubo unos doce o trece. Entre ellos había gente que no se veía desde hacía treinta años y así iba tejiendo los recuerdos de cada uno.

- ¿Todos están vivos?

Libro La hazaña de los pataspeladas, autor Hernán Gutiérrez
Hernán Gutiérrez fue el autor del libro. (Cortesía )

Han fallecido tres jugadores, uno que le decían Pepe Esquivel, el otro es Lisbín Gutiérrez y el otro que murió cuando estábamos haciendo el libro, que se llamaba Joel Corea. El entrenador también falleció el año pasado, Carlos Espinoza.

-¿Cómo está ilustrado el libro?

En esa época por supuesto que había cámaras, pero ningún familiar de ellos tenía, fueron al evento y no había fotos. Entonces, echamos mano del artista guanacasteco Rónald Díaz ‘Rodicap’ e hizo una recreación de la época e ilustró el libro de una forma muy interesante. Hizo el retrato de cada uno de ellos.

-¿Es cierto que una vez les dieron tacos y no pudieron jugar así?

Luego de que fueron campeones, fueron una sensación y los invitaron a un preliminar entre Saprissa y Heredia, contra la escuela de San Pablo de Heredia. Se hizo una una colecta, la gente de canal 2 y radio 16 les regalaron tacos y los estrenaron para ese partido. No corrían, no pateaban, estaban maneados.

Empezaron perdiendo y entonces uno de ellos se los quitó y los tiró a la orilla de la cancha y luego otro hizo lo mismo y al poco rato todos estaba descalzos y quedaron fuera de la cancha tres montañitas de tacos. Ganaron cuatro a uno.

- ¿Considera que este tipo de lectura hace falta en estos tiempos, ya que resalta las verdaderas raíces del tico?

El libro tiene dos virtudes, una es que en estos tiempos hay mucha gente deprimida por la pandemia, no hay esperanza, entonces una historia de heroísmo y lucha nos demuestra que sí se puede.

En segundo lugar, el libro está siendo usado en las escuelas, sobre todo en Guanacaste, porque es una historia de niños y está escrita de forma simple y con ilustraciones y se utiliza para fomentar la lectura, ahora que los niños solo con el celular quieren estar. La idea es que algunos docentes lo utilicen y motiven a esa lectura.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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