A la hora de entrar a la cancha, José tiene una gran inspiración, su papá Rodolfo, quien le enseñó a jugar y murió en el 2010, mientras veía a su hijo desde la gradería, en una mejenga entre el Herediano y la UCR en el estadio Ecológico.
Hace siete años, el 4 de abril, don Rodolfo se desplomó víctima de un infarto en el primer tiempo del duelo ante los académicos, su muchacho, en la cancha, abandonó el partido al medio tiempo cuando se enteró de lo sucedido, pero ya era muy tarde.
Desde entonces, cada uno de los campeonatos de Chepillo tienen al tata como especial dedicado. Era un infaltable del estadio, no se perdía un solo partido de su chamaco.
" Yo siempre recuerdo a mí papá y las cosas que siempre me dijo, por ahí son cosas donde uno siempre se motiva. El día que él falleció fue el momento más difícil de mi carrera, el más triste. Yo estaba jugando normal y me dicen que le pasó algo en la gradería, vuelvo a ver y el montón de gente rodeándolo, así me enteré", recordó el volante.
El tiempo cura todas las heridas y hoy Sánchez es una de las piezas en las que más confía el técnico Hernán Medford.
Tan es así que se convirtió en el hombre clave en la obtención de la corona 26 del Herediano, en la final que le ganaron a Saprissa con un marcador de 5-0 en el global.
Chepillo tuvo una noche mágica en el partido de ida, en la casa de don Eladio, mejenga que ganó Herediano 3-0, Sánchez puso el pase de dos de esos tres pepinos y fue declarado por la afición rojiamarilla como el jugador del partido.
"Voy a recordarlo bastante porque fue un partido muy completo, marqué mucha diferencia y lo más importante era ayudar al equipo, para mí fue un juego prácticamente perfecto", dijo Chepillo, quien como siempre, le dedicó ese partidazo a don Rodolfo.
Siempre talentoso
Chepillo juega en el Team desde 2008 y solo ha salido en dos ocasiones en ese tiempo, un año para jugar con Cartaginés en el 2012 y cuatro meses en Pérez Zeledón en el 2014. La gambeta y la velocidad es algo que siempre le reservó a Sánchez un campito en el Rosabal Cordero.
La vida le ha cambiado en estos años, desde hace cuatro calendarios es el papá de Julián y está casado con Ana Julia Ortiz, quien siempre lo acompaña a las mejengas.
"Yo veo que le gusta mucho el fútbol y siempre anda detrás de la bola, patea duro y me parece tiene pasta, él sabrá en el futuro si quiere dedicarse a esto, en eso no lo voy a presionar", dijo Sánchez sobre su pequeño.
La doña nos contó que es un hombre hacendoso, que se pone las pilas en diferentes campos de la casa cuando ella lo necesita, incluida la cocina.
"José ha sido un gran esposo y un gran papá, no tengo queja alguna, ayuda en las cosas de la casa, desde que nuestro hijo estaba recién nacido siempre me ayudó mucho y hasta la fecha", indicó Ana Julia.
Buen bailarín
José no solo es pícaro en la cancha, el hombre sorprende cada vez que se tira a pista a bailar una buena salsa o un merengue, el hombre tiene sabor.
"Á mí me gusta la música en general casi de cualquier tipo, bailó diferentes ritmos, ahí algo le hacemos, de hecho mis tatuajes tienen marcado lo que es la música por ese gusto especial", indicó el Chepillo.
Su gusto es tan amplio que no solo se queda en lo tropical, también escucha bandas de heavy metal como Metallica o de rock clásico como Led Zeppelin.
José se ganó un lugar en el Team a pulso, mientras don Rodolfo lo cuida desde el cielo, su familia en casa y sus compañeros en el campo.