Cuando el arquero Leonel Moreira salió por la puerta de llegadas en el Aeropuerto Juan Santamaría, a eso de las 2 p.m, se encontró al principal motivo por el que está de nuevo en Costa Rica: su familia.

La pequeña Camila, hija menor del arquero, se pegó un carrerón para ir a topar a su papá y darle un abrazo tan grande como sentido, en el que hasta salieron lágrimas y no era para menos, después de casi tres meses separados finalmente papi estaba en casa.

Yuli Granados, esposa del arquero, nos contó que no había día en que los pequeños no preguntaran cuándo volvía papá, ellos aún son pequeños para entender lo complejo de la situación social que vive Bolivia y que en noviembre de forma abrupta separó a la familia por un tiempo.

Todo lo que ocurría en el país sudamericano provocó que Leo dijera hasta aquí, le pidiera a Pachuca, equipo dueño de su ficha, que por favor lo sacaran de Bolivia y facilitaran un préstamo a Costa Rica para que su corazón de nuevo se sintiera completo.

Era tal el deseo del meta de salir del Bolívar de Bolivia que, incluso, puso dinero de su propio bolsillo para acabar el préstamo que tenía con el cuadro celeste hasta mayo, detalle que lo reconoció el gerente deportivo erizo, Agustín Lleida.

Cuando le preguntamos a Leo durante su presentación si sus motivos iban más allá del dinero, el cual sin duda ganaría mucho más en el extranjero, nos dio una respuesta tajante, pero antes tuvo que calmar a su pequeña.

“Mi amor ahorita vamos a McDonalds” dijo a modo de broma y en serio Leo a su hijita, lo que arrancó carcajadas en toda la sala para luego dar su respuesta.

“La decisión es meramente por mi familia, no tiene nada que ver con dinero, sino por la seguridad de mi familia, esa felicidad que usted ve en ella, por ese motivo es que estoy en Costa Rica. Estoy tratando de buscar lo mejor para mis hijos, algo que como padre me toca, es mi obligación, mi prioridad siempre será mi felicidad”, comentó Moreira.

Fea situación

Vivir en un país donde se racionaba el alimento, reinaba la inseguridad, se realizaban saqueos y sus hijos sufrían bulliyng fueron motivos suficientes para que tanto Leo dijera: no más.

Desde diciembre, la familia decidió que saldrían de Bolivia y volverían a Tiquicia y la Liga fue esa puerta que se les abrió para volver al país, lo que los dejó más que felices.

"Esta es una decisión que tomé desde hace mucho tiempo, máxime por ellos, las circunstancias que vivimos allá no son las adecuadas, no tenían porque vivir ese sacrificio.

"Mi familia es lo más grande que tengo en la vida y no voy a poner en riesgo por nada, nunca voy a poner mi trabajo por encima de mi familia, es algo que tengo claro en la vida, mi prioridad siempre serán ellos.

“Así esté en medio la plata del mundo o no, no voy a cambiar la felicidad de ellos por nada, nunca los pondré por encima del dinero, por eso tomé la decisión de volver, analizar opciones. Agustín tiene mucha amistad con grupo Pachuca y gracias a Dios estoy acá, dándoles las gracias por tomarme en cuenta y apreciar mi trabajo”, explicó de forma larga y tendida.

El préstamo de Leo es por seis meses, pero la Liga podría negociar con Pachuca para ampliar el préstamo del arquero que habló de metas a corto y largo plazo con el León.

La familia Moreira Granados enfrentó una prueba dura de la que, sin duda, salió más fortalecida que nunca, lo que lleva al arquero a estar más motivado en esta nueva aventura.