La incertidumbre que se respira en el mundo --sobre todo en Europa-- la vive en carne propia el jugador costarricense de futsal Milinton Tijerino.
Él vive en Polonia pues juega en la primera división para el BSF Bochnia, de una pequeña ciudad que se llama igual y que pertenece a Voivodia de Pequeña Polonia y esta, a su vez, a Cracovia.
Milinton dice que donde vive se percibe un ambiente tenso, aunque aún no hay movimientos militares.
Tijerino está con el también jugador tico Minor Cabalceta y en lo deportivo pasan un gran momento. La Teja lo contactó en Polonia.
- ¿A cuánto están ustedes de Ucrania?
A 900 kilómetros, relativamente cerca, en una ciudad que se llama Bochnia.
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- ¿Cómo se vive el conflicto en donde usted está?
En los últimos días, todo el mundo estuvo al pendiente del conflicto, de lo que iba a pasar, nos hemos tratado de enterar viendo noticias, pero son en polaco. No entendemos mucho, pero nos ponemos a averiguar e informar hasta donde podamos. La gente de acá ha estado pendiente a lo que pueda pasar y ya hoy (jueves) con los sucesos del miércoles en la noche están en alerta y preocupación.
-¿Les afecta en algo en lo deportivo?
Tratamos de seguir haciendo nuestro trabajo, lo que estamos acostumbrados a hacer, estamos próximos a ganar el campeonato y queremos concentrarnos en eso, que nada nos afecte.
Sin embargo hoy (jueves), cuando nos levantamos, la situación era tensa. Ucrania limita con Polonia y todos estamos a la espera de lo que vaya a pasar, puesto que estamos muy cerca.
-¿Ha visto movimiento militar, o personas que buscan refugio?
Hasta la fecha no, tal vez en Cracovia, que es la ciudad más grande, puede que sí, no lo descarto. Me imagino algún movimiento militar en Polonia para algún eventual suceso, pero estamos en un pueblo tranquilo y de momento no hemos notado nada. Tal vez en estos días la directiva del club nos dé alguna noticia, hay que esperar.
- ¿Usted tiene miedo?
La verdad, no sabría como describirlo, es una situación nueva para mi, para Minor. No sabemos cómo asimilar esto, nunca nos imaginamos estar, casi al límite de un país en guerra. Tratamos de sobrellevar la situación, como dice el tico, ‘al mal tiempo, buena cara’. Tratamos de informarnos y leer la noticias hasta cierto punto. Uno se hace preguntas como, ‘¿qué pasa si Polonia entra en conflicto con esos países?’. Sí hay un poco de miedo.
-¿Se ha comunicado con su familia?
Sí, con mi papá más porque pasa leyendo noticias y la comunicación con él ha sido bastante.
- ¿Usted y Minor viven solos, sin más familiares?
Sí. No he tenido problemas puesto que manejo el inglés, pero viviendo con otro tico nos facilitamos más las cosas, nos apoyamos. El miércoles hablamos mucho de lo que iba a pasar, para mayo y junio estaremos de vacaciones y no sabemos si irnos a Costa Rica o quedarnos aquí. Es cuando se genera la incógnita de si cierran las fronteras, si tendremos obstáculos para salir del país.
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-¿Cómo va lo deportivo?
Faltan seis fechas para que termine el campeonato y estamos a un triunfo para matemáticamente ser campeones de Polonia. El equipo está contento con nosotros. Ojalá que todo esto no sea un impedimento para ganar el campeonato. Si ganamos el otro partido, ningún equipo nos alcanza.
- ¿Qué se hace en Polonia?
Casi siempre, antes del entrenamiento (son nocturnos) nos quedamos en casa, pero si estamos libre vamos a caminar al centro, a hacer compras, luego de los partidos nos acostumbramos a ir a comer. La comida no la encuentro mala, no es tan diferente. Cuando tenemos un fin de semana largo, sin partido, tomamos un tren y vamos a Cracovia a caminar, a conocer más la historia que tiene esa ciudad, estamos cerca de lo que fue el campo de concentración de Auswitch, es un tema que me agrada. Conocer esos lugares es conocer un pedazo de la historia.
-¿A qué temperatura están?
El clima es frío, ya nos acostumbramos a los inviernos, hay mucha nieve, estamos ahorita a cinco grados.
-¿Tienen calefacción?
Sí. Todos los gimnasios y las casas tienen, hemos estado en menos once grados y tenemos que comprar ropa para invierno. Bochnia es muy tranquilo, muy católico. A la gente le gusta el tema de la religión.