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La boxeadora británica Georgia O’Connor falleció a los 25 años luego de enfrentar un agresivo cáncer que, según denunció ella misma, fue ignorado por los médicos.
Su muerte ha causado gran impacto tanto en el mundo del deporte como en redes sociales, por la forma en que la joven relató su experiencia médica.
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De acuerdo con People en Español, Georgia escribió en sus redes sociales que durante meses pidió una biopsia y se la negaron, incluso después de que sus síntomas empeoraran. La joven deportista aseguró que los doctores incluso llegaron a tratarla como si estuviera “loca”.
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O’Connor fue diagnosticada inicialmente con colitis ulcerosa y una rara enfermedad hepática; sin embargo, afirmó que sus preocupaciones fueron constantemente minimizadas.
A pesar de su diagnóstico, Georgia logró casarse con su pareja, Adriano Cardinali, el pasado 9 de mayo, solo días antes de su fallecimiento.
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“Me estoy muriendo, pero estoy casada con el amor de mi vida”, escribió en ese momento en una publicación.
Su caso ha abierto un fuerte debate en Inglaterra sobre la atención médica a pacientes jóvenes con enfermedades poco comunes, y ha sido utilizado por su familia como un llamado urgente a mejorar los protocolos médicos.
