Tras la exitosa operación de la fractura del quinto metatarsiano (dedo pequeño) de su pie derecho, Neymar abandonó el Hospital Mater Dei de Belo Horizonte pensando en su recuperación (entre 2 y 3 meses) y en el próximo Mundial de Rusia 2018. Y planea recuperarse rodeado de lujos.
La estrella del París Saint-Germain se "refugia" en su mansión de Mangaratiba, al sur de Río de Janeiro. Es una propiedad que está valuada en 9 millones de dólares (¢5184 millones) y es la "casa de sus sueños", tal cómo la denominó al momento de su compra, en el 2016.
La casa, de 10.000 metros cuadrados, tiene toda clase de lujos: piscina climatizada, sauna, jacuzzi, mesa de pool, cancha de tenis, gimnasio, un muelle, un helipuerto y hasta una bodega subterránea. Además, cuenta con seis habitaciones para albergar a quienes lo acompañen en su recuperación.
Ney fue operado el último sábado por el médico de la selección de Brasil, Rodrigo Lasmar.
Y no se trató de una intervención más, es tan importante para el pueblo brasileño contar con él en la próxima Copa del Mundo que las autoridades del Hospital Mater Dei decidieron cerrar un ala completa del lugar para que el crack y su familia se sintieran cómodos. Según confirmó la Federación Brasileña de Fútbol (CBF), la operación fue un éxito.
Consciente de que no puede perder tiempo, el ex Barcelona ya comenzó la recuperación acompañado del fisioterapeuta del PSG, quien viajó especialmente desde Francia.
Ahora, se hará un balance dentro de unas seis semanas para determinar la fecha del regreso que mantiene en vilo a todo Brasil.
A sólo 100 días para que comience el Mundial de Rusia, el jueves 14 de junio, Brasil reza por su estrella. Mientras él tacha las horas refugiado en su imponente búnker.