La soberbia nunca ha sido un buen consejero, por si alguien quiere recordárselo a la junta directiva de Alajuelense.
En la Liga nos están demostrando --al poner las entradas 2x1 por segundo partido consecutivo-- que, con tal de defender al “intocable” de Alexandre Guimaraes, están prefiriendo perder plata y hasta a la afición.
Para entender mejor el panorama, no se nos puede olvidar que en los últimos 10 años Alajuelense solo ha ganado un título nacional y pese a semejante viacrucis, sus aficionados siempre estuvieron... hasta ahora.
Como todo tiene un límite, el manudo se cansó, más de que lo traten de tonto, que de los resultados... o bueno, de ambas.
Esta Liga, con todos los recursos que tiene, es una lágrima, aburre, da pereza verla, no tiene alma ni actitud. La cancha parece un laberinto interminable, con el marco rival a la salida.
Y no conforme con el pobre espectáculo que da, Guimaraes llega a una conferencia de prensa a narrar otro partido que solo él vio, muy distinto al que el aficionado padeció. O a vender falsas esperanzas que sabe que no puede cumplir en la cancha, como la que hizo de remontar la final contra Herediano, por ejemplo.
Es de humanos equivocarse, pero hay que ser muy inhumano para no reconocerlo por puro ego. La Liga se equivocó renovando a Guimaraes antes de tiempo, lo dije en su momento y lo sostengo. A él se le trajo para que hiciera al equipo campeón y fracasó. Digo, porque un técnico con un salario como el que debe tener no es para procesos, es para que dé resultados ya.
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Y el problema en el que están metidos, Guima y la directiva, es que a esta Liga ya no le cree nadie. Bueno, perdón, me corrijo, irónicamente los únicos que lo hacen son los que viven en la burbuja del CAR, ese mundo de maravilla al que no dejan entrar la realidad.
Veremos cuánto tiempo más va a preferir esta directiva seguir regalando entradas y jugando a estadio vacío con tal de seguir defendiendo lo indefendible. Quizás cuando lleguen a ser tercerones en títulos en el país, quizás.