Aplaudo la decisión de Giancarlo “Pipo” González de hacerse a un lado de la Selección Nacional, y enfatizo, su retiro no se puede comparar con el berrinche del carajillo Manfred Ugalde. Nada que ver.
Recordemos que el Pipo fue un baluarte de la clasificación al Mundial de Brasil 2014 y un hombre de confianza en el esquema defensivo del técnico Jorge Luis Pinto.
El, con 25 años, fue uno de los jugadores más regulares del grupo que alcanzó hacia Brasil la cuarta clasificación de la historia del país. Estuvo en ese Mundial soñado y también en Rusia 2018.
Hoy, de 33 años, reconoce que no está bien, en la Liga no ha demostrado nada, y consciente de no estar en forma mejor se aparta, decisión que debería tomar el mismo Bryan Ruiz, de pésimo partido el sábado en Cartago, tendencia de su mal momento en el equipo rojinegro. A Celso Borges le doy el beneficio de la duda.
“Es notorio que el rendimiento de él, desde Los Ángeles Galaxy, era bajo y viene a la Liga y sigue igual, entonces, ¿por qué es convocado?”, dijo el periodista Everardo Herrera a La Teja, y comparto su criterio.
No critico que el técnico Luis Fernando Suárez convoque veteranos, porque en este momento de crisis se vale apelar a todo y la experiencia se respeta y se valora, pero en ese grupo de los que queman sus últimos cartuchos hay otros que pueden aportar más, como Randall Azofeifa y hasta Alvaro Saborío, con todo y sus 39 años.
Y es en poco más de una semana podríamos estar eliminados del Mundial de Catar, de allí que urge seguir con aspiraciones, y un requisito valioso es la honestidad, como la del Pipo.