Hablar, sacar caja y lucirse en los medios de comunicación es muy fácil, pero cuando vienen los balazos ahí es donde quiero ver quién le pone el pecho a las balas.
Me refiero a la cacareada jornada contra el racismo promovida por la UNAFUT y en la cual la vicepresidenta Epsy Campbell anduvo para arriba y para abajo promoviéndola.
La iniciativa es de aplaudir, pero del dicho al hecho...
Quiero ver hasta donde llega la UNAFUT, encabezada por Julián Solano, en el caso de los supuestos insultos racistas del Paté Centeno contra Josimar Pemberton el cual generó la bronca al final del primer tiempo, en el Juan Gobán, justo en una jornada dedicada a la lucha contra el racismo. "Me dijo 'negro, sos remalo'" , denunció Josimar.
Centeno solo atinó a decir, en conferencia de prensa, que únicamente iba a hablar de fútbol. Si la UNAFUT quiere que esta campaña llegue a buen puerto, debería convocar a Centeno, a Pemberton y al técnico de Limón, Ricardo Allen, y sentarlos en una misma mesa.
Sin embargo, la acusiosa UNAFUT y el aguerrido Julián Solano, van esperar el informe arbitral para ver si se mueven.
Apuesto que sobre este tema el informe del señor Henry Bejarano no dirá ni pío, y al asunto le echarán tierra.
Con acciones, no regalando camisetas, es como se combate el racismo. El equipo de Limón y la vicepresidenta Epsy Campbell tienen una oportunidad de oro para llamar a cuentas a la UNAFUT y medir si existe voluntad real de erradicar el racismo de los estadios.