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Roberto Mora: el niño liguista al que un 4-0 del León hizo santista

El hombre dejó ser manudo cuando apenas era un niño y se hizo del equipo de su pueblo

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Roberto Mora era un niño de 7 años cuando Santos subió a primera división por primera vez, en la temporada 1999-2000.

Para entonces no sentía mucho entusiasmo por el futbol y era aficionado a Alajuelense más que todo por Rolando Fonseca, que jugaba para ese equipo.

Roberto Mora, aficionado de Santos
Roberto Mora se siente realizado cuando está en el Ebal Rodríguez. Cortesía (Cortesía )

El Santos fue ganando protagonismo y en la temporada 2001-2002 llegó a la gran final contra Alajuelense, al que justamente se enfrenta hoy en el Morera Soto después de haberle ganado 3-2 el jueves en Guápiles.

Pensamiento de Roberto al Santos.

“Santos es mi estilo de vida, mi ser y es lo que me enseñó a amar el fútbol de por vida, a sufrir y a gozar, se trata de pasión y amor absoluto y fiel, estar ahí hasta en un descenso, acompañarlos y gozar cada gol y cada punto obtenido con gran trabajo, disciplina, esfuerzo y con la ayuda de Dios en todo instante…”.

Aquella final de hace veinte años tuvo gran trascendencia en la vida de Roberto porque no solo lo hizo cambiar de equipo, sino que empezó a superar su pie de bot, una condición que hace que los pies se tuerzan.

Para el primer juego en Guápiles, que quedó 2 a 2, a Roberto lo llevó su papá, Julio Mora. Fueron a verlo en el parque de Guápiles (donde habían puesto pantallas) porque don Julio era aficionado a Ramonense y no iba a gastar en una entrada por un equipo que no era el suyo.

Roberto Mora, aficionado de Santos
Queda claro cuál equipo es el favorito de Roberto. (Cortesía )

“Me llevó como para que asistiera a una actividad física”, recuerda Roberto, para quien aquel partido fue uno más; ah, pero el de vuelta, en Alajuela, fue como un golpe.

“Yo hasta tenía gorra de la Liga, pero con ese partido, el 7 de mayo del 2002, todo cambió. Yo no sabía mucho de futbol, ni siquiera me dejaban jugar bola por tener los pies torcidos”, dice.

“Resulta que cuando terminó el partido (4 a 0 a favor de la Liga), en vez de festejar, me escondí debajo de un sillón y lloré y lloré porque me dolió mucho. Fue un sentimiento de dolor puro, allí me di cuenta de que era santista”, menciona.

Tremendo cambio

Desde aquella fecha, el fútbol adquirió gran importancia para el pequeño Roberto, quien al día siguiente le pidió al papá que lo llevara a alguna escuela futbolística del Santos.

“Al principio fue muy difícil, no había esperanza en mí por mis pies torcidos, flacos y pequeñitos. Tenía una prohibición médica, no podía jugar bola y (se decía) que a los quince años iba a dejar de caminar, pero fui (a la escuela de fútbol) y todo cambió”, recuerda.

“Al principio no fue tan positivo, pero poco a poco me ayudaron, me molestaban mucho también, pero seguí y seguí hasta que tuve cientos de partidos con Santos como jugador de ligas menores. Luego fui utilero y ahora soy aficionado”, comentó.

Roberto Mora, aficionado de Santos
Roberto Mora dice que habría jugado de gratis con Santos. (Cortesía )

Dice que conoce al actual técnico del equipo, Erick Rodríguez, y tiene grandes recuerdos de él.

“Erick es demasiado bueno porque había entrenadores que me querían y otros que no. Él no fue entrenador mío porque yo estaba en los del 92 y él entrenaba a los del 93; pero luego de entrenar se quedaba un ratico con algunos de nosotros que también nos quedábamos y nos enseñaba cosas. Por ejemplo, a hacer tiros libres con chanfle”, dice muy orgulloso.

Hasta de gratis

Afirma que cuando tenía 18 años llegó el fin de su aventura futbolística porque se quebró, pero aun así, pudo practicar tiempo después futbol sala.

“Con Santos, si hubiera sido bueno, hubiera jugado de gratis, yo pago por estar allí.

“Cuando no puedo ir al estadio, me ven encaramado en las tapias. He regalado camisetas del equipo con tal de que se hagan del Santos”, cuenta Roberto, quien de hecho vende chemas deportivas.

Los máximos rivales del Santos, dice, son el Cartaginés y el Herediano.

“Los brumosos al principio siempre nos goleaban. Una vez fui al Fello Meza y quedé solo en medio de los aficionados de ellos y me insultaron feo. Santos metió un gol y siguieron insultando y luego Cartago metió siete y no pararon de insultarme. En los últimos años nos hemos equiparado”, comentó.

Roberto Mora, aficionado de Santos
Roberto Mora, aficionado de Santos, nunca deja de apoyar a su equipo. (Cortesía )

Para esta semifinal entre Santos y la Liga no puede asistir porque le falta una vacuna contra el covid-19, pero ya está en lista de espera y confía en que su equipo avance.

Roberto dice que para él, el Santos es un estilo de vida y cree que las ganas que tenía de jugar con ese equipo lo llevó a curarse de su padecimiento de pie bot pues no utilizó nunca nada para corregir el problema.

Los aficionados del equipo ya lo identifican como un gran santista, pero él dice ser más que eso: es el más santistas de todos.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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