El goleador belga Romelu Lukaku salió de la pobreza, gracias a su talento deportivo y a la convicción de triunfar por medio del fútbol pese a las limitaciones económicas.
Su esfuerzo y sacrificio dieron resultado porque hoy puede gritarle al mundo que su principal victoria es haber derrotado a la pobreza a punta de goles y mucho esfuerzo.
La historia del artillero belga fue muy ruda en su infancia, ya que su padres tenía poco dinero para darle de comer y le mentían para que el no se diera cuenta de la difícil situación que vivía.
"Tenía seis años y volví a casa a almorzar al salir del colegio. Mamá tenía lo mismo de siempre en el menú: pan y leche. Pero ese día mamá empezó a mezclar la botella de leche con algo más. Ella me sirvió el almuerzo con una sonrisa como si todo estuviera bien. Pero comprendí lo que estaba haciendo. Estaba mezclando leche con agua. No teníamos suficiente dinero para hacer durar la botella toda la semana", contó Romelu, de 25 años.
LEA MÁS: Croacia supera el infierno ruso y vuelve a las semifinales que tanto añoró
El goleador histórico de Bélgica señaló que su madre hizo un gran sacrificio para que el no pasara hambre.
"Ella me decía siempre que ya había comido, y en realidad no era así, era solamente para que no me faltara nada de comer. No éramos solo pobres; estábamos quebrados”, explicó.
Su sueño era mejenguear a lo grande
Lukaku siempre supo que la pecosa era la llave para destacar y ayudar a su familia, por lo que decidió luchar por su sueño.
“Un día le pregunté a mi padre a qué edad sería ideal debutar en el fútbol, y él por decirme una edad cualquiera y sin pensarlo mucho (Me enteré eso años después) me dijo a los 16, así que yo no paré hasta lograrlo" explicó.
Poco antes de cumplir los 16, Lukaku era suplente en el Anderlecht, así que le lanzó un reto al técnico del famoso club belga.
"Lo que hice fue acercarme al entrenador y le dije que por favor apostara por mí. Yo le prometía cierta cantidad de goles y si no los lograba me podría sentar de nuevo. Efectivamente a los 16 años forzando mi debut, lo hice, y no solo convertí la cantidad de goles que le prometí, si no que me convertí en el máximo goleador del campeonato nacional: anoté 76 goles en 34 partidos; todos los hice con los botines de mi papá.
Desde entonces decidí ser el mejor jugador en la historia de Bélgica. No bueno. No excelente. El mejor.”, comentó el goleador
Dentro de la pobreza, sus padres apostaron por él
Sus tatas nunca dudaron que a pesar de sus problemas, su hijo podría destacar gracias al fútbol por lo que siempre lo apoyaron.
“Mis padres dentro de la miseria apostaron por mí, hacían los esfuerzos más grandes para poder llevarme a entrenar. Por eso el primer partido del Mundial en Rusia lo jugué con mucha bronca, por muchas cosas: por las ratas que corrían por nuestro departamento, porque no podía ver la Champions League (Real Madrid-Bayer Leverkusen del 2002), no tenía televisor, llegaba al colegio y todos los niños hablaban de la final, yo no tenía idea lo que había pasado. Todo el mundo hablando de la volea de Zidane. Yo hacía como que sabía de lo que hablaban, por los padres de compañeros que me miraban mal por mis características y condición.”
LEA MÁS: El Santos de Brasil iría con todo por Bryan Ruiz
Hoy Romelu Lukaku es el goleador histórico de Bélgica con 40 anotaciones en 73 juegos y tiene por delante la posibilidad de ser campeón del mundo. O sea todo lo que no pudo ver en la tele por falta de recursos hoy lo hace de forma brillante en la cancha y nadie tiene que contárselo porque él escribe su propia historia.