Quepos Cambute y el Municipal Liberia se entregaron al máximo en una semifinal muy animada en la que ambos clubes empataron a uno, en el partido de ida de la serie.
Lamentablemente, quienes le quedaron mal al espectáculo fueron los integrantes del cuarteto arbitral, ya que fueron, y por mucho, los más flojos de la mejenga de este lunes, pues sus decisiones influyeron directamente en el marcador.
El arbitraje de Carlos Salazar, sin duda, quedó debiendo, así que estos son problemas que no solo se viven en la primera división. El réferi se comió dos penales clarísimos, uno para cada equipo, y además se tuvo que quitar a los jugadores de encima constantemente debido a sus decisiones.
Fuera de las imprecisiones de los de negro, el partido realizado en el estadio Municipal de Pérez Zeledón, donde Quepos fue local debido a que su estadio está vetado por el famosísimo Comité de Licencias, estuvo muy tallado con un tiempo para cada cuadro.
Liberia fue mejor en el primer tiempo, Esyin Cordero adelantó a los coyotes apenas a los dos minutos de juego y cuando el marcador se estaba haciendo grande, Marco Barrantes igualó con un penal al 67, mediante un bombazo que le pegó al medio de la portería para asegurarla.
Con la serie igualada, el domingo se jugará la mejenga de vuelta, en el estadio Edgardo Baltodano en la Ciudad Blanca. La moneda está en el aire en este momento.