Cuando la Liga anunció a Andrés Carevic como su nuevo técnico, las redes sociales se incendiaron. Los manudos estaban decepcionados porque a ese entrenador “no lo conocía ni la mamá”.

Sin embargo, hay una estadística que la afición rojinegra ignora y es que los técnicos extranjeros con menor cartel o poco conocidos sí lograron levantar el título, a diferencia de muchos otros que llegaron con mucho currículum y se fueron sin pena ni gloria.

Aunque Carevic aún no ha ganado ningún título con los erizos, de momento cumple con el molde de esos estrategas que llegaron como él y se fueron con un título y la afición en la bolsa.

Cristian Sandoval, periodista de Teletica Radio nos ayudó a recordar una serie de entrenadores que se llevaron uno o dos cetros con los manudos sin tener tanto nombre.

“Yo creo que el fútbol tico ha tenido una cantidad muy importante de personajes que no necesariamente han sido técnicos de mucho éxito en el contexto internacional y aquí han encontrado la posibilidad de ser monarcas, entonces esto es un hecho real”, expresó Sandoval.

LEA MÁS: Jafet Soto se apeó al que fue asistente de Gustavo Matosas en la Sele

De acuerdo a la opinión de Cristian, Vadú fue uno de los primeros ejemplos de esto.

“El caso más peculiar de todos es Valdeir “Badú” Vieira, totalmente pintoresco, que vino a Costa Rica y con un alto grado de motivación inculcada en los liguistas de esa época terminó siendo campeón, llegando inclusive por ese éxito a ser nombrado como el técnico de la Sele”, dice Sando.

Pero para el comunicador, Badú no solo fue el título, sino que también le aportó muchísimo a la institución como tal.

“Ese equipo de Valdeir Vieira también jugaba muy bien, una divisa que rompió récords, algo que no se daba en el fútbol nacional”, apuntó Cristian.

LEA MÁS: Técnico con cáncer dio charla desde el hospital y su equipo remontó un 3-1

Junto a Badú, otras figuras nada galácticas como Ivan Mraz, Jan Postulka y Guilherme Farinha también pusieron a bailar a los manudos en media calle con la obtención de títulos.

“Guilherme Farinha y Badú Vieira son los dos más significativos, por la forma en que consiguieron sus títulos, teniendo ambos una Liga muy completa; Postulka tuvo un equipo que no era muy vistoso, pero sí efectivo y Mraz, por su orden táctico y disciplina en todos los aspectos deportivos fue como llegó al cetro", dijo Sandoval.

Lo que importa es el brete

El exvolante manudo, Álvaro Solano, aseguró que uno de los puntos esenciales para que un técnico desconocido sea campeón, es saber transmitir sus ideas.

“Los técnicos se pueden medir de distintas maneras, una de ellas es a través de los resultados, pero, sin duda, aquel que tenga la buena capacidad para transmitir sus ideas va a llevar al equipo por buen camino, eso sí, entendiendo que tenga un buen plantel, porque es ahí donde radica el éxito de un entrenador”, comentó Solano.

Para el exjugador, a veces en el fútbol no todo se da como se espera y sino que lo digan los manudos cuando las directivas hicieron el esfuerzo de traer a técnicos de renombre como Benito Floro y Hernán Torres.

“He visto a través de la historia a grandes técnicos fracasar de forma increíble en los clubes de mayor prestigio, a como todos somos testigos de que entrenadores malos terminan brillando de forma inesperada”, apuntó.

En el caso de la Liga, para Solano, hay aspectos claves que están permitiendo ir sumando pasos positivos para volver a sumar un título.

LEA MÁS: Futbolista César Carrillo se despidió de sus compañeros y aficionados con un gol

“Ahora en Alajuelense hay una planilla mucho mejor que en otros cinco o seis torneos, lo que le permite al técnico tener mas variantes tácticas, mayor profundidad en la banca y aunque Andrés Carevic no tiene una hoja de vida espectacular, sí ha demostrado que es un hombre con buena disciplina y sabe cómo llegarle a sus dirigidos”, expresó Álvaro.

Solano concuerda con Sandoval en los nombres de los estrategas que llegaron siendo desconocidos y se fueron por la puerta grande.

“Iván Mraz, Jan Postulka, Guilherme Farina y sobre todo el más pintoresco, Badú Vieira, era más un sicólogo deportivo que un entrenador, su relación humana era bastante profunda y llena de respeto”, expresó.