Alajuelense se fue con un empate a uno en su visita a Nicaragua ante el Real Estelí, marcador que tomando en cuenta la regla del gol de visita podría darle alguna ventaja en el partido de vuelta del próximo miércoles en Alajuela.
Los manudos saben que jugar en el Estadio Independencia es bravo, son el único equipo que ha podido ganar en esa cancha en los últimos diez años, es un terreno donde han caído equipos como Saprissa, Olimpia de Honduras y el América de México.
Es un sitio que envuelve, que genera una atmósfera muy pesada para el visitante, en una mejenga como estas se sienten el llenazo, las once mil personas a un lado de la cancha presionando y metiendo con todo.
Es una atmósfera demasiado emocional, que si te envuelve, si te atrapa, se te mete en la cabeza y es difícil salir, esa es la vía por la que han caído muchos y que en los primeros minutos de partido la Liga lo sintió.
El Estelí juega mucho con salir a presionar muy fuerte al inicio, a apretar y sacar una ventaja rápido para luego ir cansando al rival y que vaya perdiendo la paciencia y se le nuble el juicio, lo que le pasó al León al inicio.
Los pinoleros se adelantaron en el marcador a los 13 minutos en una jugada en la que Byron Bonilla le ganó el duelo por la derecha a Fernando Piñar, lo dejó atrás, entró al área y puso el pase al centro donde el uruguayo Delis Vargas se metió entre Alexis Gamboa a Ian Lawrence para anotar con el pecho y hacer el 1 a 0.
Es un guion que hemos visto muchas veces en Estelí, el tanto dejó a la Liga golpeado y allí es donde los rojiblancos buscan aprovechar, sacar más ventaja en esos momentos de dudas, el asunto es que también hay que hacerlas.
A la media hora el Tren tuvo dos oportunidades claras para meter por lo menos otro, era quien mandaba y ponía condiciones. Los manudos flaqueaban especialmente por el lado de Piñar, que la veía horrible con Bonilla, así como regalando peligrosas bolas en salida.
Alajuelense se tambaleaba atrás, Josué Quijano entró solo y con ventaja al área, pero mandó su remate sobre el marco de Leonel Moreira, era una opción muy clara para el 2-0 apenas a los 17 minutos.
La Liga se volvió a salvar tras un remate de Bryan Ordoñez que se va sobre el marco de Moreira a los 30 minutos, pero justo después de ese momento es cuando todo cambió con una aguda observación del VAR.
El ataque que terminó en el tiro de Ordoñez inició en un centro al área pinolera, una pelota parada que metió la Liga que fue rechazada y se dejó correr, pero que desde el VAR le dijeron al árbitro hondureño Selvin Brown que fuera a ver el monitor.
Allí el catrachó revisó un agarrón en el área sobre Santiago Van Der Putten que en la repetición era muy evidente, un penal que Celso Borges anotó con un remate fuerte medio centrado para poner el 1-1 a los 35 y darle la paridad a los ticos en un partido que sufrían.
Una jugada tonta por parte del defensor pinolero, porque el centro fue totalmente inofensivo.
Sin VAR, en otro momento, posiblemente la Liga hubiera seguido en una mejenga enredada, confusa, pero la tecnología le dio la cuota de calma que necesitaba y ahora le pasó al presión al rival.
Era un partido superemocional, porque el empate más bien ahora le hizo daño al Tren, ya no llegaba tan claro y el León tuvo sus mejores ocasiones hacia el final del primer tiempo con nueve minutos de añadido que sonaron a exageración.
Durante el segundo tiempo fue un partido muy parejo, muy amarrado y calculado, sin opciones claras en ninguno de los marcos buscando la ventaja casi hasta el final del partido.
Alexandre Guimaraes movió su banquillo buscando el resultado, sacó a lo largo del segundo tiempo a Diego Campos, Anderson Canhoto y Alberto Toril por Jonathan Moya, Creichel Pérez y Bryan Oviedo, pero no dieron lo esperado.
En Alajuela la Liga buscará cerrar la serie, amarrar el bicampeonato centroamericano y ganar otro título que le dé confianza para lo que esperan que sea un diciembre mágico.