Alexandre Guimaraes, técnico de Alajuelense, fue consultado por la jugada más polémica y viral que se dio en el encuentro entre los manudos y el Herediano por las semifinales del Clausura 2024.
Hacía el final del partido, un fanático lanzó desde la gradería una botella con agua que pegó en la cabeza de Orlando Galo, lo que lo hizo caerse de inmediato adolorido por el golpe.
Al ver la situación, Javier Baldí, fisioterapeuta rojinegro, salió del banquillo erizo, se metió a la cancha y quiso llevarse la botella escondida en una jacket, pero fue detenido por el defensor Fernán Faerron.
Por la acción, el árbitro Adrián Chinchilla expulsó a Baldí. El hecho corrió rápidamente como la pólvora en redes sociales.
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Tras semejante escena, Guima fue cuestionado en conferencia de prensa acerca de lo que opina de un hecho que muchos calificaron de insólito, pero de manera muy tajante y con espuela se quitó el tiro.
“Yo lo dije en la conferencia de prensa pasada, lo que pasa en la cancha, se queda en la cancha, no tengo nada más que opinar”, comentó.
Para Guima no hay que centrarse en polémicas, sino en la confianza que tienen para poder sostener la ventaja el próximo sábado y sacar la serie.
“La serie tiene un vencedor que logró una ventaja, sabíamos que el partido acá iba a ser lo que fue. Pudimos mantener bastante el equilibrio emocional para, prácticamente, llevar el juego donde lo queríamos, a los últimos 30 metros del adversario.
“Sabemos que es un pasito y que para dar el paso siguiente tenemos todavía que jugar aún mejor, mantener el equilibrio emocional. Los partidos contra ellos siempre son así, no es de hoy, tenemos una ventaja, pero sabemos que no es definitiva”, destacó.