Alexandre Guimaraes estuvo sentado más de una hora contestando preguntas en lo que fue su presentación como técnico de Alajuelense, le consultaron de todo y más, siempre se vio sereno, analizando sus respuestas sin salirse mucho de un guion, salvo por un momento.
Habían pasado tres consultas cuando le cayó un tema en concreto que se iba topar de manera inevitable, su pasado en Saprissa y que siguiera el mismo camino de otras figuras de ese club que acabaron en Alajuela.
¿Hay ADN morado en la Liga? ¿Qué opina sobre un concepto que hace rato se hizo protagonista en Tiquicia como lo es el famoso ADN?
Guima estaba tan impaciente en contestar esa duda que incluso le dijo al periodista que esperara cuando le iba a hacer una segunda consulta, pues quería responderle de una vez, algo que no hizo en todo el rato.
“Yo no voy a negar cuál es mi pasado, sobre ese pasado he construido una carrera en la que he sido exitoso y he ganado muchas cosas en diferentes clubes y lugares, pero ahora mi prioridad y lo más importantes es el presente.
“Yo el ADN que conozco y el que he tratado a muchos jugadores, es ganar, el ADN es ganar, por eso he decidido venir acá, el ADN es ganar, eso es lo que se quiere en este club y lo que venimos a buscar”, dijo.
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En varias ocasiones, Guima fue insistente en que la Liga tiene que alzar títulos, que a una institución como Alajuelense es lo que se le tiene que exigir, nada más, pero fue muy sincero de lo que detectó al verlos desde afuera.
“Respecto a qué le falta a la Liga, ahora creo que es una situación más emocional. Se ve que el grupo está quebrado emocionalmente, pero tiene la capacidad, jugadores y liderazgo para dar vuelta a eso. Lo futbolístico ya lo estaremos entrenando, ya tengo una idea más o menos para el jueves. Tengo claro que el plantel debe pelear y puede ganar el campeonato”, dijo.
Sin etiquetas
Quedó claro que para Alexandre, su paso por Saprissa fue importante, pero rechazó cada oportunidad en que se le quiso encasillar solo como saprissista, dejando de lado todo lo que ha hecho alrededor del mundo, ese mérito no lo negoció.
Para Guima, dirigir la Liga es un reto profesional de devolver a una institución grande a su camino ganador, donde además le dieron todas las herramientas que pidió, según explicó.
Al firmar con el León, cumplió el ciclo de haber estado en el banquillo de los cuatro grandes.
“A nivel personal y profesional eso dice que a través de todo este tiempo he tenido una carrera en que he intentado contribuir al crecimiento del fútbol local. Estar siempre en vigencia en todo lado, para mí es lo máximo y va a ser muy difícil después de esta experiencia con Alajuela, que espero dure mucho tiempo, será muy difícil que dirija a otro club acá.
“He tenido experiencias anteriores y si no las hubiera tenido a la larga hubiera dudado asumir a la Liga.
Para mí hubiera sido muy fácil decir, ‘esperemos a mayo o junio a ver qué pasa, que hubo una oferta concreta en Suramérica’, y dije no, quiero estar acá y ayudar para que Alajuelense consiga la grandeza que tiene y la recupere”, comentó.
La revelación que tras el paso de la Liga podría venir su jubilación, sin duda fue otras de las noticias que impactó y que muchos no esperaban.
“Yo por mí me quedo acá hasta que me retire como entrenador, estoy cerrando un círculo y lo estoy cerrando en un equipo que me da todas las condiciones y lo hace bien, acá nos mantienen los resultados, no quiero pensar más allá del 2024, acá venimos a ser campeones”, destacó.
Al banquillo de una vez
Otra duda que surgió es cuándo empezará a bretear y afirmó que de inmediato, este martes ya dirigió su primer entrenamiento con el León y si logran inscribirlo quiere dirigir en el partido del jueves ante el New England Revolution por la Copa de Campeones de Concacaf.
Guima fue enfático que para él lo más fácil era esperarse al final del torneo y tirarle al chicharrón a otro durante estos meses, pero que en su carrera siempre ha enfrentado dificultades a las que nunca les huye.
“Cuando tuvimos la reunión, me plantearon la posibilidad de iniciar el jueves y en ningún momento le he huido a este tipo de retos. El club ya corre para hacer las inscripciones y vamos con todo. Tengo una idea y primero la hablaré con Bryan (Ruiz) y mi cuerpo técnico y después en las sesiones de entrenamiento.
“No es fácil remontar ese marcador, pero en el fútbol puede pasar cualquier cosa. Tenemos que ir por el partido y hacer todo para sacarlo adelante y sobre todo desde el comienzo darle una alegría a la afición manuda, sería muy bueno para todos, el club, los jugadores y sobre todo los aficionados”, dijo.
La historia de Guimaraes en Alajuelense recién inicia, en un momento que sin duda necesitará sacarle todo el jugo a sus 30 años de experiencia para devolverle el brillo a un club que no ha tenido cómo.