Jugar un tiempo ante el equipo titular de Saprissa fue demasiada carga para un San Carlos que en la Cueva no pudo ni competir, en el choque de fuerzas es claro que no tenía en nivel para poder medirse al tricampeón, menos en unos de esos días en los que Mariano Torres se inspira al máximo.
En su cumpleaños 37, el capitán morado dio otra muestra de que su calidad no tiene nada qué ver con la edad, sigue siendo la pieza determinante sobre la que se mueve el Monstruo y deleita a la grada que solo tiene que decirle: “Invente che, invente”, y así opera.
No estaban a la altura del mejor Saprissa este San Carlos, que parece que su techo sin duda fue llegar a las semifinales, pero a la hora de medirse a los grandes, este ya no era su juego, valió el esfuerzo y la corrida, pero no le daba para más.
Los Toros tuvieron una con la que pudieron meter en dificultades a la S, a los 13 minutos César Yanis quedó frente al marco, que agarró mal parada a la zaga morada, pero no pudo definir, la tiró afuera y en este tipo de partidos eso es todo un pecado, porque podía ser de las pocas y así pasó.
El monarca tico es de esos que no perdona y cuando la pecosa llega al 20, este solo crea, da clases de cómo se arma una jugada y, además, define.
No hubo que esperar mucho, Joseph Mora se asoció por la izquierda con Mariano, este frente al área se la puso a Ariel Rodríguez, quien se la devolvió rápido, de pared, sosteniéndola solo un par de segundos para que Torres definiera como crack al 27′ y abriera el marcador.
Saprissa ya estaba jugando a otro ritmo y al 31′ cayó el 2-0, que también tuvo un componente histórico bastante importante al ser el gol 100 de Ariel vestido como morado.
Ahora fue Mariano el que le devolvió la cortesía, pase filtrado para que llegara el Samurái y con un toquecito sobre su amigo Danny Carvajal sentenció la serie al poner el 3-0 en el global.
¿A una serie le pueden sobrar 60 minutos? En este caso fue así, para este punto no había nada qué hacer, el rival no tenía las fuerzas suficientes para hacer frente, muy diferente a la serie del sábado, de dos equipos con poderes muy igualados, esta era todo lo contrario.
De feria, cuando el primer tiempo estaba por acabar, cayó el 3-0 en el partido y el 4-0 global, a San Carlos todo se le puso tan de espaldas que hasta la ley del ex apareció con el tanto de Eduardo Anderson, con su primer gol como morado.
Fue una tarde de goles simbólicos, en esta ocasión Mariano la filtró por la derecha, donde apareció Javon East, se fue casi a línea de fondo y la puso al centro, donde apareció el pana y de derecha mató, literalmente, la serie.
Para el segundo tiempo el marcador no fue más escandaloso por los postes o la imprecisión de algunos morados. Gerald Taylor se hizo un jugadón en el que se quitó varias marcas, se puso el traje de crack, pero definió como en canchas abiertas, una pena por él.
Luis Paradela se perdió una sola increíble, luego otra de Taylor, el asunto era ver cuántos más podía echar hasta que, al 82′, Javon se llevó su golcito con asistencia de Fidel Escobar, que volvió tras una lesión que lo dejó afuera varias semanas.
En el cuarto, la mejor parte fue la asistencia del Comandante, otro pase exquisito filtrado al espacio, justo hacia donde le marcó el jamaiquino que iba, y luego definió de gran manera a la salida de Carvajal.
Ojo, hubo un detalle que los morados pudieron lamentar, un golpe que Waston mandó a un rival y que bien, bien era para roja, pero lo salvaron solo con amarilla.
El Monstruo está a solo dos partidos de la 40 y el tetracampeonato, tiene toda la mesa servida para que este cierre sea una gran fiesta, para eso solo tiene que derrotar a un viejo conocido como lo es Alexandre Guimaraes, ahora en Alajuelense, en una final en la que el picante está elevado.
Para los agüizoteros, el Monstruo clasificó con un 4-0 a la final que le puede dar la 40, ¿será una señal?