¿Olvidó su cepillo de dientes camino a Moscú para la Copa Confederaciones o el Mundial del próximo año? No se preocupe, puede comprar uno nuevo en el vestíbulo del hotel.
¿Se le antoja un automóvil de lujo? También puede comprarse uno en el mismo hotel.
En una ciudad donde los Mercedes Benz y los Range Rover están a la orden del día, los amantes de los lujos, y con cuentas de banco casi ilimitadas, pueden adquirir un Bentley o un Rolls-Royce en los salones de venta que se ubican en los vestíbulos de dos céntricos hospedajes moscovitas.
Los turistas que caminan rumbo al gimnasio o al buffet del desayuno del Radisson Slavyanskaya, un alojamiento de cuatro estrellas, se van a maravillar con el Bentley Flying Spur o la edición limitada del Cobra Continental GT, que adornan el escaparate.
Pero si lo suyo son los Rollys-Royce, mejor vaya al cercano Radisson Royal, un alojamiento de cinco estrellas, ahí puede comprarse un Phantom o un Ghost.
Artem Kravchenko, administrador del salón de ventas de Rolls-Royce, dijo que la mayoría de los que compran estos vehículos en su salón son rusos.
¿Y cuál es el precio por uno de estos súper vehículos? Unos 17 millones de rublos, o sea, alrededor de $300 mil (¢173.1 millones).
Eso sí, vea a ver cómo hace para explicar ese gasto en su cuenta cuando vuelva a casa después de la Copa Confederaciones o del Mundial.