EscucharUn solo partido, una sola convocatoria, un solo día junto a don Marvin Rodríguez cambió la carrera y la vida del exdelantero Pastor Fernández para siempre, gracias a un cabezazo que entró en la historia del fútbol nacional y nos clasificó por primera vez a un Mundial.
El 16 de julio de 1989 ante El Salvador, el atacante que jugaba en el Cartaginés, se elevó entre los defensas cuscatlecos en el viejo Estadio Nacional y marcó su gol más memorable en un partido donde se suponía no debía estar.
Aquel día el extécnico de la Tricolor, quien falleció este lunes, confió en Pastor, lo llamó el mismo día del partido definitivo y lo tiró a jugar para sorpresa de muchos.
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Lo que ambos nunca imaginaron es que a pesar de sus aportes vitales para clasificar se quedarían afuera de Italia 90, compartiendo la misma sensación de amargura y desazón.
Como uno más de los asistentes al funeral del entrenador en la iglesia don Bosco, en San José, Fernández llegó para darle un último adiós a aquel maestro que le dio una oportunidad, la cual supo aprovechar.
"Para mí don Marvin guarda un recuerdo muy especial, porque el único partido que jugué en una selección mayor fue él quien me convocó con el resultado que la historia conoce, yo no tengo cómo agradecerle por esa oportunidad", comentó el atacante.
Pastor recordó aquel día en el se preparaba para ver el partido y de repente el entrenador lo llamó y le dijo que lo necesitaba en el estadio.
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"Nunca voy a olvidar la manera cómo me llamó para ese partido, yo no estaba convocado y a escasas tres horas antes me habló y me fui de una vez. Ese día en el camerino dijo una frase que yo me la voy a llevar siempre como recuerdo: 'Este es un partido de hombres y no de nombres' y así salimos a jugar, son cosas que uno no olvida
"Aquella fue mi primera experiencia con don Marvin y luego nos tocó vivir la parte desagradable, cuando quedamos fuera del Mundial, él no se merecía lo que le hicieron, no sé cuántos millones de personas en el país piensan que le hicieron una injusticia, ahí está la respuesta si fue justo o no", indicó.
"Dos años después lo tuve como técnico en la Asociación Deportiva San Carlos el año en que me retiré, ahí tuve más oportunidad de conocerlo y conocer su valor como persona, hablamos mucho de lo que pasó después del Mundial, pero eso fue historia, lo que importa es quién fue don Marvin", indicó Pastor.
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De aquel grupo rumbo a Italia 90, el otro de los presentes fue el capitán Róger Flores, quien aseguró que él nunca estuvo de acuerdo en sacar al entrenador.
Rodríguez, en su larga carrera como entrenador tuvo muchos alumnos quienes lo llegaron a despedir, entre ellos, los que exjugadores del Saprissa de los años setenta, con los que ganó cuatro títulos del famoso hexacampeonato.
"Marvin cimentó el éxito de Saprissa para ese momento, fue vital para nosotros", destacó el exdelantero Edgar Marín, otro de los que dijo, hasta luego maestro, nos vemos.
Los restos del técnico más ganador de la historia del fútbol tico descansan en el cementerio General de San José.
