El Hyundai Excel de 1990 de Reinaldo Mena es un verdadero chuzo que, por donde sea que vaya, causa miradas de admiración, pues su dueño lo tiene hecho un carrazo.
Mena, vecino de Atenas de Alajuela, tiene diez años con “Machetico” al que en realidad solo lo tiene para las exhibiciones y, raramente, lo saca a pasear, después de que le ocurrió un chasco.
El carro es modificado y con lo que le ha hecho Mena al auto, ya vale más que le costó originalmente. Por ejemplo, le ha hecho modificaciones en la tapa, en el búmper, tiene cola, tienda de campaña, en los aros, las butacas, la tapicería, y dice que aún no ha terminado, pero le va haciendo cositas de a poco.
El carro tiene luces led y en la noche es espectacular mirarlo, pues algunas son giratorias y las puertas delanteras abren hacia arriba.
“Lo compré en una oportunidad, hace unos diez años, uno dice que es caro, pero yo trabajo en tapicería para carros y así lo conseguí. Era el auto que quería”, expresó.
“Le he metido el doble de lo que costó, me había costado como 600 mil colones, ahora han llegado a ofrecerme 3 millones de colones, pero no lo vendo. Siempre soñé con un carro de esos, cuando comenzaron a llegar a Costa Rica lo logré y, a la fecha, ya es parte de mí y de mi madre, entre los dos lo vamos llevando”, comentó.
“El carito solo lo tengo para eventos, solo para exhibición o cuando viajo a la zona sur donde mis abuelos, nada más o que me inviten a un paseo, pero muy poco”.
Y si el carro anda con toda la pata y está en perfectas condiciones, ¿por qué será que no lo saca más?
“Seguro por ser el chineado, por tanta inversión que le ha metido uno, que lo golpeen en la calle, me da miedo y ya me pasó. Una vez un chino se brincó un alto y me desbarató un costado y a la hora de pagar se perdió, como tienen nombres tan raros no lo encontramos. Tuve que sacar de mi dinero para arreglar la puerta, el guardabarros, la parte del costado y como que quedé curado”, expresó.
Mena añadió que en las exhibiciones toda la gente queda encantada y se le acercan para sacar fotos, para meterse al carro, para dar una vuelta y para ofrecer comprarlo.
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“Los chiquitos se ponen como locos, que las puertas se abran para arriba, eso es un boom. Imagínese que una vez los que andan con carros de Transformers llegaron al evento y se tomaron fotos con el carro, se metieron dentro. De este carrito, hasta me han enseñado fotos de gente que lo vio en Europa”, dijo.
Añadió que lo empezó a modificar hace como año y medio.
“Lo primero fue el cambio de pintura, era gris, ahora tiene como cuatro colores, pero uno no termina. Le faltan cosas, quiero que las puertas de atrás también se abran hacia arriba, meterle un motor más grande, faltan cosillas”, expresó el orgulloso dueño.