Aquel dicho que dice: “Detrás de todo gran hombre hay siempre una gran mujer”, se debe corregir y señalar más bien que “Al lado de un gran hombre siempre ha estado una gran mujer”.
Mucho se ha hablado de Wílmer López como el gran gestor del pentacampeonato de las Leonas en Alajuelense, pero en cada uno de esos títulos contó con la ayuda, el apoyo y los consejos de Gabriela Aguilar, quien ha sido su mano derecha.
Gaby es la preparadora física del cuerpo técnico del Pato, pero ese título se le queda corto para todo lo que hace y ha hecho por el club desde que ambos llegaron juntos al equipo, hace cinco torneos.
La tarea no era nada fácil, originalmente llegaron solos, por lo que Aguilar tuvo que hacerla de preparadora, asistente, ayudarle con los entrenamientos al Pato y asumir otras tareas.
A pesar de la gran breteada, Gaby es una persona de perfil bajo, que le anda de lejos a las cámaras. Ella asegura que ha aprendido a trabajar con pasión y entregarse por una institución, gracias a Wílmer.
“Al final creo que esto es un esfuerzo de todos, cada uno en su rol, a mí me toca la preparación física y lo disfruto igual como si estuviera en la cancha, es un premio para todos que ponemos un granito de arena para dar lo mejor en la parte que nos corresponde.
“Mi función siempre será ayudar al equipo en lo que yo pueda y así como tengo la parte de la preparación física, he hecho varias funciones, uno se entrega con gusto y al final muy agradecida por lo que se refleja en cancha. En esta final quedó demostrado que aunque teníamos el marcador adverso desde el primer minuto estábamos convencidas de que lo podíamos lograr”, comentó.
Una de las claves de su buena relación, es que ambos aprendieron a complementarse muy bien y por eso han hecho buena yunta.
“Hemos estado juntos en los cinco campeonatos, nosotros vacilamos porque somos todo lo contrario, decimos que somos el ying y el yang, porque somos el complemento perfecto para cada uno y nos ha dado resultados, queremos seguir juntos y ojalá haciendo más historia”, destacó.
Para Gaby, trabajar estos años al lado de una leyenda del fútbol nacional como lo es el Pato, por todo lo que ha hecho desde sus tiempos como jugador y ahora como técnico, ha sido un gran aprendizaje.
“Con él he aprendido lo que es querer a una institución, Wílmer llegá al CAR y todos los saludan, él saluda a todo mundo, es la persona más humilde que he conocido a pesar de lo que ha logrado para la institución y lo que le devuelve la institución a él ha sido más que importante. Para él también es un premio más que merecido, esta historia que ya hizo como jugador y que ahora hace como entrenador”, contó.
Gemela
Un dato curioso sobre Gabriela es que tiene una hermana gemela, Patricia, que también está metida en el fútbol y en la dirección técnica, actualmente es la entrenadora de la selección sub-20 femenina, equipo que estuvo cerca de llevarse el boleto a la Copa del Mundo en el premundial disputado en República Dominicana, la semana pasada.
En la familia de las gemelas, el fútbol siempre ha sido algo muy importante, pues las dos también jugaron en primera división años atrás y siempre se han apoyado mucho. El sueño de trabajar juntas en un equipo es algo que tienen pendiente.
“Para la familia es algo muy motivante y bonito tenernos aquí, cada una en sus equipos y en sus roles respectivos, porque al final es una bendición para todos. Más allá del escudo que llevamos en el pecho, el apoyo siempre ha estado y nunca dejará de ser así.
“Empezamos a jugar a los doce años, yo jugué un poquito más de tiempo, mi hermana se retiró antes por unas lesiones de rodilla e incursionó primero en la parte de la dirección técnica, de asistente, y ahora me toca a mí estar de este lado de la línea. El fútbol es una pasión para la familia y en todo lo que podamos ayudar al fútbol femenino de este país, lo haremos sin dudarlo”, finalizó.