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Yoka entra al cuadrilátero como una “Dulce niña” pero en el ring se convierte en una fiera

La boxeadora eligió la canción Sweet Child O´Mine (Dulce Niña Mía) de Guns N´Roses para su ingreso a la pelea de este sábado en Hatillo

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Se ve tranquila en la foto pero sin duda cuando llega la hora de la pelea se pone matona . Foto Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

La campeona del mundo de las 105 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), y que enfrentará este sábado (7 p. m.) a la venezolana Yenifer León, entrará al cuadrilatero como una dulce niña, pero ahí adentro, sin duda, será una fiera.

Lo de dulce y niña es por la canción que eligió para hacer su ingreso al ring del gimnasio de la Ciudad Deportiva Heiner Ugalde, en Hatillo 2, donde serán los manazos.

La música que sonará a todo volumen es Sweet Child O´Mine (Dulce Niña Mía) de Guns N´Roses, la misma que ha utilizado en sus últimas tres peleas.

Sweet Child O´Mine (Dulce Niña Mía) de Guns N´Roses
Ella tiene una sonrisa que se parece a la mía, me trae recuerdos de mi niñez, donde todo era tan limpio como el brillante cielo azul.
Ahora y entonces, cuando veo su cara, me lleva lejos a ese lugar especial, y si mantengo la mirada mucho tiempo, probablemente me derrumbe y llore.
Dulce niña mía, dulce amor mío. Tiene los ojos de los cielos más azules, como si pensaran en lluvia, odio mirar en esos ojos, y ver una onza de dolor.
Su pelo me recuerda a un lugar cálido y seguro, donde como un niño me escondería, y rezaría para que el trueno y la lluvia, pasaran de largo silenciosamente. Dulce niña mía, dulce amor mío.
A dónde vamos, a dónde vamos ahora, a dónde vamos, dulce niña mía.

Le ha dado tan buena vibra esa pieza, que aunque en algún momento pensó en cambiarla, mejor la dejó queditita.

“Nadie me lo sugirió, es que yo estaba corriendo y me puse a escuchar música y me salió esa y me motivó. Yo dije: ‘esa me motiva y con esta voy a pelear’ y me dio impulso esa vez hasta para un pique rapidísimo (risas), me agarraron ganas porque me motiva, me pone energética y me gusta el ritmo”, comentó Valle.

“Nunca me había aparecido en entrenamiento, la había escuchado, pero me parecía sin importancia, pero a la hora de correr pensando en la pelea la agarré como motivación, me gusta”, agregó.

Esa vez recuerda que iba corriendo cerca de su casa, en San Rafael de Alajuela.

Antes de esta canción, cada vez que iba a pelear ponía: “Tan linda es mi Costa Rica”, la que también le parece inspiradora, pero decidió hacer el cambio.

“También me motivaba (Tan linda es mi Costa Rica), más que todo afuera, porque decía ‘no estoy peleando solo por mí, sino por Costa Rica’, pero la preparación fue tan fuerte para que me aceptaran esa pelea en España (la última) que dije, ‘voy a pelear con esta otra’”, recordó.

Pastrana tenía el título antes de pelar con Yoka, pero Valle se lo quitó en el ring .Fotografía: Jorge Pinto

Justamente en la plaza de toros de Puerto Banús, en Marbella, fue donde se coronó campeona el pasado 4 de agosto, contra la española Joana Pastrana.

Dice que le gusta la música en inglés (está en clases de ese idioma para cantarlas y entenderlas mejor), aunque puede escuchar de todo. De hecho durante los entrenamientos, de vez en cuando, pone una salsita, reguetón o merenguito.

La música es muy importante

Parece un detalle mínimo en medio de una pelea, pero la música con la que entra es fundamental y hasta tradición en el boxeo, porque habla mucho del peleador.

Algunos entran con rancheras, con rap, o cualquiera que les guste y genere adrenalina.

“Ya depende de la motivación de cada quien, pero es muy importante porque es la hora de la pelea. Hay que entrar con algo que motive, que diga que voy para la guerra, es todo o nada. Yo no soy de las que escucho música en el camerino, mientras me vendan, estoy tranquila, concentrada cuando me están haciendo todo", confesó.

Yokasta tiene un par de anécdotas de las peleas pasadas con Guns N´Roses.

Yoka no la pasa tan al sueva como se ve en esta foto. Foto: Instagram

“De hecho, en la primera pelea me la pusieron muy poquito, yo dije: ‘diay, me la cortaron’, porque la pusieron, pero no fue tanto, en España sí me la pusieron toda y me acordé de cuando yo iba corriendo, los entrenamientos y me recordó todo el esfuerzo que hice para llegar ahí”, contó la peleadora.

Y es que Yoka corre a diario una hora y media, más o menos, como a las 5 a. m. por lo que la buena música sirve, además de motivarla, para mantenerla bien despierta.

Sobre todo cuando hay trabajos específicos más rudos, como cuando le toca ir a correr al volcán Poás, que empieza a correr a las tres de la mañana. Solo puede pensar en el gran frío que hace a esa hora y en ese lugar.

“Marco (el entrenador), me dice que hay que cortar el tiempo, me tengo que esforzar al máximo y ese frío y me presiona a mejorar el tiempo, entonces tengo que ponerle”, dice muerta de risa.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

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