Para el volante Youstin Salas llegar a Saprissa ha significado muchas cosas especiales y diferentes en su vida, además de conquistar dos campeonatos nacionales, lo ha puesto en la mira de los aficionados como posiblemente no lo había logrado en clubes como Santos, Grecia y Herediano.
Un detalle que saltó a la curiosidad de muchos al fichar por el Monstruo fue su particular segundo nombre, Delfín, el cual no es nada común y que ciertamente antes de estar en el bicampeón pasó prácticamente inadvertido para la gente en general.
En Tibás las cosas fueron diferentes, al punto que el jugador hasta se lo puso como nombre en su camiseta y que el único gol que suma con los morados, el 18 de agosto ante el Cartaginés, por campeonato nacional, lo celebró simulando los movimientos del singular mamífero marino.
“Es curioso, la gente y los compañeros desde que ven que me llamó Delfín, me llaman así, creo que a todos se les pega el nombre y me terminan diciendo así, creo que es hasta más fácil que me digan Youstin Delfín y eligieron uno de los dos”, comentó sobre cómo le llaman en el club.
Otro detalle curioso es que afirma que nunca ha conocido un tocayo, algo muy común para muchas personas, es un detalle que en su caso no ha experimentado, solo lo ha escuchado un par de veces.
“Vieras que nunca he conocido a nadie en persona con este nombre, pero sí, de hecho ahí tengo un mensaje (en Instagram) de un muchacho que me dijo que el abuelo se llamaba Delfín, lo que me pareció muy curioso, entonces sí he escuchado el Delfín un par de veces, pero no mucho”
El nombre es poco común aunque sí hay algunos y hasta con el mismo apellido, una búsqueda rápida en la página de Tribunal Supremo de Elecciones arrojó que hay 20 personas registradas como Delfín Salas, lo curioso es que la mitad ya fallecieron, lo que podría mostrar que es un nombre que los papás eligían con más frecuencia hace años.
“A mí la verdad me gusta, me siento orgulloso porque es el nombre de mi papá”
— Youstin Delfín Salas
La historia
La historia de su nombre es más común de lo que muchos pensarían, nace puramente en el seno familiar por un deseo de don Delfín Ademar Salas, padre del jugador
El tata quería nombrar a su hijo como él, algo muy normal, pero resulta que a doña Yesenia Gómez, la mamá del futbolista, no le hacía mucha gracia y por eso se lo puso de segundo, según nos contó el jugador como parte de la historia.
“Yo me iba a llamar Delfín por mi papá, él dijo que me iba a poner así, pero mi mamá le pidió que de segundo entonces, según ella, para que nadie me llamara así y creo que al final se le volcó la tortilla porque ahora la mayoría me llama Delfín. A mí la verdad me gusta, es diferente, pero también me siento muy orgulloso por el nombre de mi papá”, detalló.
De hecho, doña Yesenia nunca le dice Delfín, es de las pocas que se mantiene en decirle el nombre que ella pensó y eligió tal cual nos detalló el volante.
De momento, no hay un tercer Delfín en la familia, dado que el jugador tiene dos chiquitas junto a su esposa, Dilana Espinoza, Mila Lucianna, de cinco añitos, y a Miranda Lucía, que nació el 23 de enero de este año. Quién sabe si a sus 27 años, el jugador se quiere animar a buscar un heredero para su nombre.
Al final de cuentas lo que importa es como la gente se sienta bien y aunque a algunos les parezca curioso tener el nombre de un animal, el morado anda feliz mostrando el mismo carácter alegre que caracteriza a sus tocayos del agua.