El youtuber Diego Bravo ya no solo tiene que sacar tiempo para crear contenido para sus redes sociales sino que ahora también tiene que ver cómo se las ingenia para hacer las de Mateo, su gato, quien ahora es todo un influencer.
Es decir, al creador de contenido le salió competencia y en su propia casa.
Y es que el pequeño siamés, de nueve meses, es toda una estrella como su tata porque no solo sale en sus videos publicitarios sino que ya tiene su propia línea de productos, como pecheras, collares, lazos, ropa y demás, llamada Mateo Collections.
Según contó Bravo, esta línea de accesorios para perros y gatos la lanzará muy pronto en colaboración con la marca Woof Bag.
La idea de la colección surgió porque descubrió que a su gato le encantan que le hagan fotos como un modelo y le fascina que le ponga ropa.
Además, porque quiere que parte de las ganancias sean destinadas a un refugio animal para ayudar a aquellos peluditos que no han tenido la suerte de llegar una familia como Mateo.
“Con el paso del tiempo me he dado cuenta que cuando voy a grabar algo a él le gusta meterse en medio, quedarse sentadito o si le pongo algún tipo de ropa le gusta como posar, si le tomo fotos el mae hace caso, entonces estoy sacándole ese potencial”, dijo entre risas.
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La tercera fue la vencida
La fascinación de Diego por los gatos se dio cuando se fue a vivir a Estados Unidos debido a que su casa quedaba en una torre de apartamentos y le resultaba más cómodo tener de mascota un gato que un perro.
De hecho, su anterior pareja se dejó los dos gatos que tenía en dicho país, un azul ruso llamado Federico y un atigrado llamado Kilo, con los que vivió por más de 10 años.
Ahora que decidió quedarse viviendo en Costa Rica buscó otro peludito para que lo acompañara en su nueva casa, pero no había tenido tan buena suerte en su escogencia hasta que le regalaron a Mateo.
“El primero era un himalaya y ese gato se me murió como a los 15 días. Después tuve un gato siamés, pero ese me lo dieron de ocho meses de nacido, ese gato nunca me quiso, me terminó mordiendo y lo terminé devolviendo. De tercero llegó Mateo, que para mí ya era la tercera y la última oportunidad y la verdad es que llegó para quedarse”, contó.
Los gatos son muy territoriales y limpian mucho las malas vibras, por eso me encantan”.
— Diego Bravo, influencer.
Bravo explicó que el hecho que Mateo llegara a su vida a los tres meses de nacido le permitió amoldarlo a su manera y que se volviera más social que otros gatos.
“Lo acostumbré a estar conmigo en los brazos, a agarrar el carro y sacarlo, a caminar, lo sentaba en la mesa, dormía conmigo, entonces le enseñé a comportarse a mí manera, por eso hemos hecho buen clic”, explicó.
Mala experiencia
Con el gato anterior no tuvo la misma suerte de llevarse tan bien como lo hace con Mateo, pues según recordó, la última que le hizo fue morderle la mano al punto que tuvo que ir al hospital porque no le paraba de sangrar.
Dicho animal lo adoptó cuando tenía ocho meses de nacido y para él eso influyó mucho en su mal comportamiento cuando llegó a su casa.
“Yo solamente quería acariciarlo y se me tiró a morderme. Siento que él venía con malas costumbres o mañas y yo me imagino que de pronto lo agredían donde estaba anteriormente porque era un gato que no se dejaba de ninguna manera tocar, acercar o acariciar, por eso lo devolví”, contó.
Desde que lo devolvió nunca más volvió a preguntar por él porque quedó muy resentido con lo que le hizo.
Diego agregó que Mateo es todo lo contrario a ese otro siamés porque es todo calmado, no hace tantas diabluras cuando queda solito, solo jugar con los grillos que llegan a su patio, los cuales le termina dejando como regalo camino a su cuarto.
“Yo paso mucho en la casa editando o grabando y él siempre está a la par mía, si voy al baño va conmigo, si me siento a almorzar él también come a esa hora, es como mi compañero de trabajo”, mencionó.
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Se pone celoso
Hace unas semanas el youtuber inició una relación amorosa con Esteban Irola, de 30 años, con el que Mateo también ha hecho muy buena química y no se ha puesto nada celoso.
Bravo más bien es el celoso, se quejó que muchas veces el gato prefiere que su pareja lo chinee.
“Es un vendido completamente”, dijo entre risas.
Según contó, dentro de muy poco harán un viaje juntos a Argentina, por lo que Mateo se quedará con su mejor amiga algunos días.
Diego dice no arrepentirse de haber aceptado este otro gato en su vida y que más bien invita a otros a hacerse de un peludito para que nunca se sientan solos.
“La compañía de un gato es única, cualquier animal, en realidad, pero a mi experiencia, la conexión que uno tiene con los gatos no se puede describir. Ellos todo lo sienten, ellos están ahí como para limpiar las malas vibras, el ronroneo de ellos por las noches es hasta bueno para uno para dormir, entonces quien se haga de uno será feliz”.