Analista financiero Daniel Suchar: “Que conste, he visto campeona a la Liga varias veces”

Cuando se habla de finanzas o temas de harina en algún medio de comunicación, es común ver a Daniel Suchar Zomer, un venezolano que nació en Maracaibo en 1978.

Este padre de dos hijos, de 41 años, habló con La Teja sobre sus pasiones deportivas, su facilidad de palabra al exponer temas tan complicados como los números y esa destacada presencia en los medios.

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- ¿Por qué se ha vuelto tan mediático?

Yo creo que fue como en el año 2010, cuando las redes sociales empezaron a proliferar en Costa Rica.

Se fueron uniendo amigos, gente y se fue armando un muñeco bastante sabroso que se llama mi perfil de Facebook, que hoy supera las 100 mil personas.

Ese portal tiene el objetivo de hablar de economía, finanzas, negocios. Pero igual el secreto mío ha sido la dedicación, la responsabilidad, obviamente la constancia, la disciplina.

Hemos hecho un acercamiento, muy pegado a la educación, con los medios de comunicación.

- ¿Tiene estudios en medios de comunicación?

No, no tengo experiencia en medios ni estudios. De hecho te voy a contar, desde que yo era niño siempre fui una persona tartamuda. Entonces le decían a mi mamá que Daniel no hablaba bien y que tartamudeaba mucho, que había que llevarlo a clases de oratoria y cosas de esas.

La vida me premió con ser mucho más valiente para salir de esa tartamudez. Hoy en día tengo la facilidad de la palabra, la verdad que es una gratitud que tengo con Dios. Todo tiene que ver con la parte empírica y de aprender de los demás.

- ¿Se ve en otra profesión aparte de las finanzas?

Lo primero que yo estudié fue una Ingeniería Química con una especialización en petróleo, luego fue que me metí en temas de finanzas. Obviamente así son las vueltas que da la vida, uno sabe dónde empieza más no sabe dónde termina.

Hoy cuento con tres carreras de posgrados en el tema de economía y, como decía Galileo Galilei, de nada te sirve tenerlo en la cabeza si no lo compartes, el conocimiento es para compartirlo.

- ¿Tiene un periodista favorito o que considere que destaque?

Eso sería ponerme la soga al cuello, son muchas personas las que me han ayudado a lo largo de los últimos seis años, entonces decirte una persona me comprometería mucho. A mí lo que me interesa es el mensaje, no el mensajero, la persona está dando su mayor esfuerzo.

- ¿Pasatiempos favoritos?

Por muchos años jugué fútbol a nivel de alto rendimiento. Luego, cuando vine a Costa Rica, me pasé a jugar ráquetbol, lo que me llevó a ser selección nacional en algunos eventos, representé a Costa Rica. Hay unas medallas muy bonitas que tengo en la casa.

Hoy no me dedico al ráquetbol profesional, de hecho el año pasado decidí salir de la alta categoría, estaba entre los primeros 10 del país. Si me invitan a una mejenga voy.

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- ¿Esperando la 30 como buen liguista?

Por supuesto, más cuando estuve en el estadio ese sábado fatídico cuandi nos equivocamos en los penales (en diciembre, cuando Heredia conquistó el título). Al final es un deporte que se queda en la cancha y que afuera me ayuda a tener relaciones con gente muy linda de otros equipos.

Los estudiantes me hacen chistes jocosos cuando cae el 29 de abril o cae el 29 de mayo o son las 11:29 de la mañana… pero que conste, he visto campeona a la Liga varias veces.

- ¿Tiene amigos morados?

Marcela Trejos que es saprissista. Tuve la oportunidad de darle una charla de finanzas personales al equipo de Saprissa femenino, conocí y me tomé fotos con varias chicas. La profesión me lleva a conocer gente más allá de si soy hincha de un equipo o el otro.

- ¿Es más fácil lidiar con números que con personas?

Claro, son más fáciles los números porque los números son secos, las personas tienen su esencia, pero tenemos que recordar que los números al final son el reflejo de las personas, el número fue el esfuerzo o no esfuerzo de lo que muchas personas hicieron o dejaron de hacer.

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- ¿Qué decir de los números de fallecidos por la pandemia?

Lo malo de las estadísticas es que nos dejamos llevar por algo que no tiene sentimientos. Hay que entender que cada numerito que se ve ahí, tiene vida, hay personas, hay familias. Cada numerito tiene un entorno. Al final los números terminan siendo personas.