Las películas de terror tienen millones de seguidores alrededor del mundo y muchas de estas, aunque la gente no lo sabe, se basaron en hechos reales o incluso leyendas que tomaron fuerza con el paso de los años y que motivaron a varios directores de cine a llevarlas a la gran pantalla.
A continuación hacemos un repaso por algunas de esas cintas, para que la próxima vez que las vea, sepa que algunas de ellas tuvieron tintes de realidad.
Chucky, el muñeco diabólico
Chucky, el muñeco maldito aterrorizó a todos los espectadores en 1988. Pero muchos de ellos desconocían que, detrás de las descabelladas ideas de aquel juguete viviente, se ocultaba una leyenda que circuló en la vida real. Según esta, Robert Eugene Otto, un niño que vivía en Florida (Estados Unidos), recibió en 1904 un regalo de una empleada doméstica.
Se trataba de un muñeco de menos de un metro de altura, que portaba un vestido de marinero y estaba relleno de paja, pero la familia desconocía que la empleada practicaba vudú y magia negra y, poco a poco, comenzaron a observar sucesos sobrenaturales.
Además, los vecinos aseguraban que el muñeco se asomaba por las ventanas de la casa; mientras que los padres de Robert tenían miedo del juguete.
Annabelle
La historia detrás de Annabelle, la película que llegó a la gran pantalla en 2014, aterrorizó a todos los espectadores. Más allá del film, en agosto de 2020 se conoció la noticia de que la muñeca desapareció misteriosamente de la vitrina sellada en la que permanecía en el Museo de Ocultismo de Warren, en Connecticut (Estados Unidos).
La leyenda en la que se inspiró la película data de 1970, cuando Donna, una joven de 20 años, recibió una muñeca como regalo y comenzó a experimentar sucesos paranormales en su casa. Entre las averiguaciones, se especuló que el juguete estaba poseído por Annabelle Higgins, una niña de siete años asesinada en esa vivienda.
El exorcista
La película se basó en la experiencia de Ronald Edwin Hunkeler, quien nació en 1935 en Maryland y, con apenas 14 años, relató a sus padres que experimentaba sucesos paranormales, según consignó The Guardian. El joven se sometió a numerosos exorcismos por parte de un párroco luterano. Tras liberarse de la “posesión diabólica”, se convirtió en ingeniero de la NASA y se retiró en 2001. Falleció en 2020, a los 85 años.
Psicosis
Psicosis se convirtió en uno de los clásicos del terror de la historia, tras su estreno en 1960. Pero tenía una peculiaridad oculta: Alfred Hitchcock se inspiró en un asesino real para el personaje de Norman Bates. Se trató de Edward Gein, quien nació en 1906 en Wisconsin (Estados Unidos) y creció aislado de todo contacto humano, excepto el de su familia.
Cuando su madre falleció por complicaciones cardíacas, Gein comenzó a profanar tumbas de mujeres que le recordaban a su fiel mentora. Posteriormente, se le atribuyeron diversos crímenes y desapariciones.
La matanza de Texas
La matanza de Texas no se basó en la historia de Edward Gein, pero sus prácticas inspiraron la brutalidad de la ficción. Tras su detención, las autoridades encontraron en la granja en la que residía detalles escabrosos: cadáveres colgados, restos de cuerpos humanos, libros de Medicina y Anatomía e incluso elementos fabricados con piel humana.
Pero algo les aterrorizó aún más: el cadáver de su madre, Augusta, permanecía aún en la cama de su habitación y nunca fue enterrada.
Terror en Amityville
La película se inspiró en el testimonio de Kathleen y George Lutz, quienes en 1975 compraron la casa en la que vivió la familia DeFoe. Un año antes, las autoridades de Amityville (Estados Unidos) reportaron que encontraron al matrimonio y a sus cuatro hijos asesinados con impactos de bala. Ronald DeFoe fue condenado a cadena perpetua por los hechos.
Henry, retrato de un asesino
El director se basó en la historia de Henry Lee Lucas, condenado a pena de muerte en 1998 por múltiples asesinatos en Estados Unidos. De hecho, el propio autor de los crímenes confesó cometer al menos 600 en todo el país.
Pesadilla en Elm Street
Freddy Krueger, el villano creado por Wes Craven, aterrorizó a los espectadores en 1984. Si bien el director no se inspiró en ningún asesino para este personaje, sí apareció en su imaginación a raíz de leer un artículo en el periódico. Se trató de una familia que escapó de los campos de exterminio de Camboya, durante el genocidio perpetrado por el régimen de los Jeremes Rojos, entre 1975 y 1979.
La familia se instaló en Estados Unidos para construir una nueva vida, pero el hijo más pequeño comenzó a tener pesadillas perturbadoras y advirtió el temor a quedarse dormido, ya que sentía que aquello que lo perseguía lo atraparía.