Luis Miguel motivó a su fanaticada tica a protagonizar locuras como la que hicieron unas vecinas de Heredia, quienes esperaron casi 16 horas para que el “Sol de México” las alumbrara.
Andrea Fernández y su sobrina, María José Techer, jamás se imaginaron que serían las primeras fans del mexicano en llegar, este jueves, a las afueras del Estadio Nacional a hacer fila para asegurarse un buen espacio en el show.
Se dieron cuenta de eso cuando estaban en las afueras del coloso de La Sabana, a las 4:30 de la mañana.
“La idea era estar entre las primeras y resulta que fuimos las primeras. Topamos con esa suerte”, dijo Andrea mientras encabezaba la fila de acceso de la localidad de gramilla de pie.
La vecina de Heredia dijo que cuando se percataron que a esas horas de la madrugada solo ellas estaban haciendo fila se sintieron afortunadas, pues ese “honor” les permitiría escoger un buen lugar para no perderse ningún detalle del conciertazo del mexicano.
“Me siento afortunada por esto. Fue mi sobrina la de la idea de venirnos bien temprano por los filones que se iban a hacer y la verdad que, aunque las filas no han sido como esperábamos, la hemos pasado superbien. Ha sido muy interesante y divertido, y la hemos pasado bastante bien. Valió la pena”, mencionó la florense minutos antes de las 4 de la tarde, hora en que abrieron las puertas del Estadio Nacional para la presentación.
Ante tal madrugada, ella y su sobrina se tuvieron que preparar de lo lindo, pues sabían que sufrirían los embates del tiempo, influenciado por un frente frío que les complicó la vida en las primeras horas, pero al que después se fueron acostumbrando.
Sabían de las condiciones del tiempo, por eso tía y sobrina llegaron con muy buenos abrigos, bufandas y alguito para comer. Así hicieron la espera más llevadera y con el pasar de las horas el frío se fue haciendo “más amable” hasta dar paso a una tarde bastante calurosa. Ya para esas horas, las vecinas de Heredia estaban bien acompañadas por mucha más gente en la fila.
Tanta espera no cansó ni a Andrea ni a María, quienes estaban con las ansias y la energía al tope conforme la aguja del reloj marcaba la hora cero: las 8 de la noche, cuando Luis Miguel salió a escena.
Las madrugonas tía y sobrina fueron parte de las más 37 mil personas que, según datos de la productora One, presenciaron en vivo el reencuentro de Luis Miguel con su público tico, luego de cinco años de su última cita.
Primero Luismi
Así como este par de fiebres, también nos topamos a un gran grupo de famositicos que no quisieron perderse el conciertazo.
Uno que llegó bien agarrado a su esposa fue el exfutbolista Bryan Ruiz, a quien no le importó que a la misma hora del concierto estuviera jugando el equipo de sus amores, Alajuelense, en el estadio Alejandro Morera Soto contra Puntarenas.
Seguramente, Carolina Jaikel lo convenció de que hay prioridades y esta vez al Capi le tocó ceder y disfrutar de otra manera.
Otra parejita que casi no falta a ningún concierto y que no quisieron perderse este, es la conformada por la presentadora Shirley Álvarez y el chef Daniel Vargas, a quienes vimos muy juntitos y emocionados por antes de iniciar la presentación.
También nos topamos a la presentadora de Buen día, Nancy Dobles, quien vive a escasos metros del estadio por lo que llegó minutos antes de las 7:30 p.m.
Otro nivel.
Quienes estuvieron en el concierto coinciden en que escuchar a Luismi en vivo es otro nivel.
El artista salió con su acostumbrado traje negro y corbata del mismo color.
Como es usual en él, puso en muchas ocasiones al público a cantar mientras se desplazaba por todo el escenario.
Algo que elevó el show fue que a cada asistente se le entregó un brazalete de luz y colores que iba al ritmo de la música y cambiaba de color según la pieza. Luis Miguel cantó cerca de 30 temas.
Por supuesto que no faltó su música de mariachi en la recta final del concierto. Cantó en mariachi las piezas “La fiesta del mariachi”, “La bikina y “La media vuelta”.
El concierto, de casi dos horas, cerró con sus éxitos más esperados: “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol”, la última que cantó.
Aunque no le dirigió ni una sola palabra al público, Luis Miguel sí coqueteó con sus fans con sensuales movimientos de cadera, sonrisas y saludos con su mano que extasiaron aún más a una audiencia que bailó, cantó y la gozó con el Sol de México.
No cabe duda de que el Sol salió de noche y demostró que sigue brillando más que nunca.