Algunos salieron desencantados del concierto de Luis Miguel mientras que otros aplauden el show que el cantante mexicano dio en Costa Rica el jueves.
El sonido, los descansos que dejaban el escenario en tinieblas cada cierto tiempo del show y el cambio de melodías en algunas canciones son cosas que han mencionado el público a quien el Sol no calentó.
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A esa gente también les faltó algo más: escuchar la voz de Luis Miguel diciéndoles algo – al menos un hola– sin música ni nada. Esa decepción incluso se la llevaron los que han catalogado el show como “conciertazo”.
En sus casi dos horas de concierto, Luis Miguel no pronunció más que dos palabras fuera de las canciones que interpretó y lo hizo en uno de los mejores momentos del espectáculo.
“Mi mariachi”, fue lo único que dijo el intérprete de “La Incondicional” fuera de lo que cantó, y las usó como pidiéndole al público aplausos y reconocimientos para sus músicos.
Luismi dijo eso casi al final del concierto en medio del set ranchero que puso la nota mexicana a la noche con “La fiesta del mariachi”, “La Bikina” y “La media vuelta”.
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Antes de ese momento no había dicho nada, y después, tampoco dijo más; de hecho, al terminar el concierto recorrió el escenario de lado a lado, abrió sus brazos, lanzaba besos… pero no chistó ni una “a”.
Ese coqueteo del final sí lo mantuvo durante gran parte del show, donde jugueteó con la gente hasta con sensuales movimientos de cadera, mostrando sus dotes de seductor.
Luis Miguel tuvo tiempo de sobra para, al menos, saludar a las 37 mil personas que lo llegaron a ver al Estadio Nacional, pero él no rompió su regla de mantener silencio total y rotundo en el escenario, más allá de lo que canta.
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