Farándula

Famosos suelen presumir sus riquezas en medio del mar

Muchos famosos compran o alquilan yates para vacacionar o hacer fiestas

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Yates y celebridades son dos elementos que a menudo van de la mano; una de las tantas combinaciones fruto de la fama y del poder adquisitivo.

Valerie, una suerte de palacio flotante valorado en $130 millones (casi 71 mil millones de colones). La Nación

Además de ser un medio de transporte, los yates de alta gama funcionan como escondites confortables que las figuras públicas usan para escapar del ojo público. Debido a sus altos precios y por lo caro que sale mantenerlos, no todos los famosos se deciden por comprar una nave a la primera y asumir un compromiso con un estilo de vida náutico lleno de glamour.

La etapa previa a esta acción suele ser el alquiler para viajes de algunas semanas, e incluso para organizar fiestas. Es por eso que repasamos algunos de los yates más emblemáticos que supieron ser el hogar, aunque sea temporal, de varios íconos de la farándula.

Jennifer Lopez y Ben Affleck presumieron la reconstitución de su amor en el Mediterráneo a bordo de Valerie. La Nación

Bennifer

Jennifer Lopez y Ben Affleck (tuvieron su gran reencuentro en 2022), presumieron la reconstitución de su amor en el Mediterráneo a bordo de Valerie, una suerte de palacio flotante valorado en $130 millones (casi 71 mil millones de colones). El yate cuenta con 85 metros de eslora (longitud del yate), 14 de manga (ancho del yate), seis cubiertas y nueve suites de lujo para los diecisiete huéspedes que puede alojar. Además de tener espacio para una tripulación de 27 personas.

Valerie fue diseñado por el arquitecto naval Espen Oeino y construido en 2011 por los astilleros alemanes Lürssen con una estructura de acero y aluminio. Este yate de lujo incluye un helipuerto, una piscina climatizada, un spa, y una plataforma con lanchas adicionales.

Aunque JLo y Ben no son los dueños de la embarcación, no cabe duda de que invertir en unas vacaciones arriba de ella es un lujo que no muchos pueden darse.

Giorgio Armani

El diseñador italiano Giorgio Armani es algo más que un simple entusiasta de los barcos. A lo largo de su trayectoria como figura pública se le vio arriba de más de una embarcación. Maín, su última joya náutica color verde británico para camuflarse en el océano y diseñada meticulosamente por él, fue el yate con el cual más tiempo y aventuras compartió.

En una entrevista con British Vogue, Armani dijo: “Quiero este barco para el resto de mi vida, o para lo que me quede de ella“.

Giorgio Armani es un amante de los yates y de los lujos. La Nación

Sin embargo, posiblemente pronto, estas anécdotas queden en segundo plano con la llegada de un nuevo hijo acuático. Resulta ser que Armani confirmó hace unos meses el inicio de una colaboración con The Italian Sea Group para construir un mega yate de poco menos de 100 metros de eslora y todos los lujos.

Leonardo DiCaprio

Aunque no se le conocen propiedades marítimas, Leonardo DiCaprio, uno de los íconos en la meca del cine hollywoodense, no parece querer perderse la experiencia de pasar un buen rato en una casa flotante. En mayo de 2020 se lo vio arriba del Vava II, un yate deluxe cuyo valor estimado ronda los 130 millones de euros. Entre otros lujos, esta embarcación cuenta con un helipuerto, un comedor al aire libre, y suites varias con capacidad para 20 pasajeros y una tripulación de 30 personas.

Andrea Bocelli

El vínculo de Andrea Bocelli con el mar es posiblemente uno de los más fuertes en términos de cantidad de embarcaciones adquiridas. A lo largo de las últimas dos décadas, el cantante de ópera italiano fue propietario de ocho embarcaciones diferentes. El último cambio que se le conoció fue el de 2018, cuando dejó ir a su Gamma 22 Libertas de 22 metros y lo reemplazó por un Darwin 86 de 26 metros de largo llamado Stella del Nord.

Tiger Woods

Tiger Woods tiene un yate llamado Privacy. La Nación

Tiger Woods es otro de los famosos con afinidad con la vida arriba del agua. El golfista estadounidense tiene un yate llamado Privacy, al que se refirió como un “segundo hogar” en varias oportunidades. Cotizada en $20 millones (casi 11 mil millones de colones), la embarcación tiene 47 metros de eslora que albergan cinco camarotes, un gimnasio, un jacuzzi para ocho personas, un bar y hasta un ascensor. Además de esto, cuenta con tres motos acuáticas, dos kayaks y dos scooters Vespa.

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