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Max Barberena no solo le está poniendo bonito al ejercicio para verse bien sino que también ya cayó en una de la mayores tentaciones de la mayoría de las famositicas ahora.
El retahilero no solo quiere lucir un cuerpo tonificado sino que también quiere cero arrugas en su cara y por eso se colocó bótox en la frente y cerca de los ojos para verse como un muñeco de porcelana.
El presentador de una de las secciones de ¡Qué buena tarde! contó en su cuenta de Instagram que está muy feliz con el resultado porque ahora puede reírse sin que se le noten sus expresiones faciales.
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Ya ven poco a poco son más los hombres que se atreven a hacerse arreglitos estéticos en su rostro y no les da pena ocultarlo. Claro está muchas veces lo hacen público para que les valga el canje con el doctor, como suponemos fue en este caso.
