Melissa Durán Gutiérrez no solo es una cara conocida por dar noticias en Repretel, también es una emprendedora valiente que no teme sumergirse de cabeza en nuevos proyectos.
A sus 38 años, la periodista se las ingenia para combinar la televisión con el mundo de los negocios, demostrando que el que quiere, puede.
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Desde pequeña, Melissa ya mostraba su alma de emprendedora. “En primer grado hacía periódicos y revistas y los vendía en la escuela”, contó entre risas sobre sus inicios en el mundo de los negocios.
Años después hizo bisutería y así nació su marca MDG (alusiva a las iniciales de su nombre y sus apellidos) que con el tiempo se transformó en una tienda que en junio próximo ya cumple cinco años.
“Empecé haciendo bisutería como ‘hobby’ y la gente me preguntaba para comprar. Sin pensarlo, se convirtió en negocio. Ya yo estaba en Repretel en ese tiempo. Luego pausé esa parte y retomé la marca con mi tienda. Ese paso (la de negociante y emprendedora) fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida”, explicó en una entrevista con La Teja.
Pero no se quedó ahí. En marzo de este año, Melissa dio otro salto al mundo empresarial al asociarse con su amiga Betzabé, quien es dueña de un salón de belleza donde Meli ha sido clienta fiel por cuatro años.
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“En diciembre ella me propuso asociarnos. Al principio me asusté porque tengo muchas cosas encima, pero dije: esto es de valientes, y me lancé”, contó sobre su nuevo negocio, en el que ofrece servicios de cabello, uñas y microblading (cejas).
Betzabé, su amiga y ahora socia, se encarga de la parte administrativa y en el salón hace las cejas, mientras que Melissa mete mano en lo que mejor sabe hacer: la comunicación y el mercadeo, aunque también revisa cosas relacionadas con el tema del cabello.
“Ahora me toca estar al tanto de las tendencias en salud capilar y en todo lo relacionado con el mundo de la belleza, ya no como clienta, sino como socia, y eso cambia todo”, aseguró.
Para lograrlo de la mejor forma, Meli busca siempre capacitarse en temas relacionados con los negocios, la administración y el marketing digital. “Me gusta seguir creciendo por esa parte”, afirmó.
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Difícil pero no imposible
Combinar la vida de periodista y de presentadora de noticias con la de empresaria no es fácil, pero Melissa saca la tarea de sobra. Su rutina arranca a las 3:50 de la mañana para estar en el noticiero matutino de canal 6, luego va a la tienda, revisa inventarios, crea contenido y analiza números. Antes del mediodía regresa al canal para presentar el noticiero de las 11:55 de la mañana, luego recoge en la escuela a su hija Amanda y continúa enfocada en la faceta que lleva al margen de las luces y las cámaras de televisión.
“Me acuesto tardísimo revisando compras, inventarios, redes. Es agotador, pero vale la pena. Me encanta ver que las clientas confían en mí. Eso me llena el corazón”, confesó con su conocida simpatía.
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Su visión siempre ha sido crecer sin depender de nadie. “Siempre quise tener algo propio, no sabía qué, pero estaba abierta a lo que viniera. Nunca me imaginé que fuera una boutique o un salón, pero aquí estoy. Emprender es durísimo, no todos los días son buenos, pero si uno se reinventa y conoce bien a sus clientes, puede salir adelante”, destacó.
Durán aceptó que el hecho de ser una figura pública, salir en tele y tener tantos seguidores en redes sociales la ha ayudado a tener éxito como emprendedora. “Te puedo decir que ha sido más que positivo, la verdad; creo que el hecho de trabajar en tele me ha ayudado, como que da más confianza a la hora de comprar”, opinó.
Sobre los planes con el nuevo negocio que la afianza en el mundo empresarial, dice que su socia Betzabé es una trabajadora tan incansable que ya piensa en abrir dos salones más, una idea que ella apoya, pero que frenó, por ahora.
“Yo voy más despacio porque me estoy acomodando, pero compartimos esa visión de crecer. Esta oportunidad fue un regalo de Dios y la tomé sin pensarlo mucho, como hice con la boutique. Si uno se pone a pensar demasiado, se queda esperando y no hace nada”, agregó.
De esta manera, Meli prueba que una mujer puede ser profesional —en su caso periodista—, empresaria, mamá y esposa sin dejar de brillar en ninguna de sus facetas.
“Todo esto me ha permitido encontrar a una Melissa que más allá de periodista, que es mi formación, tiene siempre esa hambre por crecer, por innovar y por salir adelante”, finalizó.